EDITORIAL | Autor: redacción | 19-10-2018
Cuando las ideas se fueron a otra parte
El fracaso del Coloquio
Desde el fracasado sistema de acreditaciones, pasando por la deficitaria organización, un cattering de dudosa calidad y un discurso aburrido, predecible y sistemático, el 54 Coloquio de IDEA, marca el fracaso de un 2018 que realmente será, en todo sentido, para el olvido. Esta tarde asistirá Macri al evento, llegará en helicóptero (¿?) a la ciudad y será trasladado en un clima de tensa seguridad hacia Paso y Alem, en donde se lleva a cabo el mediocre mitting. La prensa adicta maquilla y la prensa independiente quedó en la puerta, alegando falta de cupo. Asà las cosas, con un sesgo corporativo y dirigista, pasa el evento más importante del año en el paÃs en cuanto a empresas se refiere. Autistas, mirándose el ombligo, generando eventos cerrados e impenetrables, tratan de abroquelarse sobre las cenizas de un paÃs coimero que agoniza y sólo sobrevive por la torpeza del gobierno actual que supera a la corruptela del anterior.
IDEA es una lágrima. El país se quedó sin ideas. Los empresarios se quedaron vacíos y se muestran más preocupados por la cárcel hipotética (una gran mayoría está vinculada a hechos de corrupción). En los café de entretiempo se siente el silencio duro y cómplice, de algunos que se miran sin mirar, mientras saben que el arrepentimiento de X puede llevar a prisión a Y e viceversa.
Cuatro directivos de IDEA hablaron del rol empresario: "No todos estamos del lado de los malos". Nadie en la sala les creyó. La nueva generación de empresarios se comprometió a no hacer aportes de campaña en efectivo; tampoco nadie volvió a creerles. "No todos los empresarios somos iguales, algunos arriesgamos nuestro capital, y están los que cometieron delitos y deben cumplir sus condenas"
De todas formas nadie está tan limpio en este país. El coloquio no tuvo, hasta ahora, ninguna risa. IDEA es una lágrima.