San Martín, el gran general, el estratega, el que materializó nuestra independencia, junto a la de Chile y Perú. El que despreciaba el lujo y los honores, será venerado como nunca tal vez, por estos días. Los doscientos años de una de las hazañas militares más impresionantes de la historia, el Cruce de los Andes, es conmemorada en particular en Mendoza. Claro que nuestro escueto presente, adolece de gestos como los que en aquella época eran corrientes: arrojo, valentía, desinterés, colaboración. Así las cosas, tal vez algún pequeño gesto, o una suma infinita de ellos, nos ponga en la senda correcta, aquella que desde hace muchos años, tal vez los mismos doscientos, hemos decidido no tomar como sociedad.