EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 29-07-2017
Si diez años después
El mismo de ayer, pero casi igual
Si diez años después, canta Calamaro, que también dice que "la vida es una gran sala de espera y la otra una caja de madera". Posiblemente Néstor Kirchner, tan jóven y poderoso, fallecido en un momento en que nadie lo preveÃa, es una clara muestra de ello. Por estos dÃas, con Cristina altamente implicada en casos de corrupción, el prestigio de sus hijos por el suelo y sufriendo la traición de hasta sus aliados más férreos, que solo se quedan cerca por las dudas muerda un cargo en octubre, la canción de "El Salmón" nos viene como anillo al dedo. Hace diez años, precisamente, Cristina vivÃa su antesala a la gloria, de la mano de su marido, que le allanaba el camino y la mandaba al gobierno, para quedarse precisamente él, con el poder. Una especie de remix del "TÃo Cámpora", que por cierto tuvo su homenaje como bandera de la nueva juventud peronista, que recayó, oh casualidad, en el hijo de Néstor y Cristina. Números y casualidades, o causalidades, hoy muertos o procesados, lo mismo da, son la negación del futuro corporizados en un apellido que genera miedo, bronca, horror por un lado, amor, sumisión, ambición, por otro.
Los K cantando vamos a volver revuelven las tripas del ciudadano medio, que también se irrita ante la mediocridad de Cambiemos. En Mar del Plata, por caso, el ex Massista Fiorini es más representativo de Cambiemos que el mismísimo intendente. El formador de la campaña que llevó a Arroyo al poder, Emiliano Giri, está desaparecido del tablero electoral y el primer candidato a Concejal, Vilma Baragiola, viene, serrucho en mano, a cersenar el escaso poder del intendente.
Es muy dificil para un habitante común olvidarse del desastre de la década pasada. Un festival de dinero negro, nepotismo y abuso del poder. Pero es imposible no ver la torpeza de este conglomerado de gobierno actual, donde la candidata a Diputada por CABA hace campaña en provincia de Buenos Aires, a falta de referente de peso. Los multimedios se hacen los tontos y miran para otro lado, entonces impresentables como Guillermo Moreno cuelan discursos con cierto grado de certeza; tal vez con la excepción de su vaticinio sobre Macri, cuando dice que va a terminar "pobre y preso".
Dentro de diez años, la canción de Andrés Calamaro seguirá vigente, Néstor será menos recuerdo y más historia y Macri, tal vez, sea el que generó la inflexión del crecimiento, disminuyendo la pobreza, o el preso VIP al que la adolecente Antonia, visite con cigarrillos importados.