EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 05-09-2017
El "no momento"
Algo sucede
Desde el mobbing o asedio laboral que ha sufrido, un colega de desgracias emergentes me referÃa el "no momento" en el cual una serie de alumnos lo asediaron frente a la directora de la institución que fogoneaba las intrigas por problemas de eterna mediocridad e inseguridad. Subvertir el orden instituido, en eso términos, define un "no espacio" en el que la gente se ve a si misma como algo muy distinto de lo que en realidad es. Asà las cosas, la mediocre directora o el presidente de un corrupto paÃs que contrabandeaba pólvora y hacÃa estallar una ciudad para tapar los chanchuyos, son la misma cosa. Las distancias dejan de ser imperantes.
Marc Augé acuñó el concepto "no-lugar" para referirse a los lugares de transitoriedad que no tienen suficiente importancia para ser considerados como "lugares". Son lugares antropológicos los históricos o los vitales, así como aquellos otros espacios en los que nos relacionamos. Un no-lugar es una autopista, una habitación de hotel, un aeropuerto o un supermercado... Carece de la configuración de los espacios, es en cambio circunstancial, casi exclusivamente definido por el pasar de individuos.
Algo sucede, en términos del absoluto, porque la polarización del "no no lugar" lo transforma en algo con entidad propia. Así las cosas, la realidad, como un tsunami, nos pone de nuevo de cara a la realidad. Y allí, los papeles del burócrata y las palabras del tipo de buen corazón no tienen el mismo valor. Allí, cada uno sabe el justo precio de las cosas.