EDITORIAL | Autor: redacción | 19-12-2017
"Tamo ativo"
El gordito del arma tumbera
La fiscal Alejandra Mángano pidió hoy la detención del joven que ayer, durante los graves incidentes registrados frente al Congreso durante el tratamiento de la reforma previsional, atacó con un arma casera a la PolicÃa. Ante tanta estupidez no se puede mirar sin algo de estupor como nos entretienen con el discurso de barricada mientras se produce el saqueo. Mientras, el presidente, en una reflexión digna de Einstein dice "la violencia fue claramente orquestada". Por cierto, los que vuelven a perder, jubilados y trabajadores, no dicen nada.
El presidente dio una conferencia de prensa y defendió la reforma previsional. Manifestó que los incidentes de violencia ocasionados ayer, en las inmediaciones del Congreso, fueron orquestados y premeditados. Sebastián Romero, militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado, quien fuera precandidato a diputado en Santa Fe por ese espacio decidió dejarse fotografiar en posición de combate, como si bajase de Sierra Maestra, para pasar a la inmortalidad mediática. Los dirigentes se siguen cagando de risa de la gente caída en desgracia.
Romero fue captado utilizando un arma casera para disparar contra los efectivos policiales que participan del operativo de seguridad en los alrededores del Congreso. Un rato después, Macri anunció el decreto que establece el bono de compensación para los jubilados, en el marco de la reforma previsional aprobada por el Congreso Nacional. EL mandatario dijo que “lo que hemos hecho es garantizar que durante los próximos años se defienda a los jubilados del peor mal que han sufrido, que es la inflación”, manifestando que los jubilados son una de las prioridades de esta gestión. Pocos le creen, porque realmente esto no es verdad.
Macri y Romero son dos puntas de la misma desgracia nacional. El Sr. que hace 30 años se toma el 60 para ir a trabajar, viaja cuatro horas diarias y se va a jubilar con menos guita, a partir de esta "picardía" de Cambiemos, no entiende de armas tumberas. Seguramente tampoco de economía, al fin y al cabo el presidente tampoco. Pero sí sabe positivamente que el año que viene le tocará ajustarse el pantalón.