EDITORIAL | Autor: redacción | 23-01-2018
Ser anti no es una forma de ser
Arroyo y su brigada anti-graffiti
“No me inviten a una marcha en contra de la guerra, invítenme a una a favor de la paz, y seré la primera”, dijo Teresa de Calcuta cuando la invitaron a una manifestación contraria a la guerra de Vietnam. El intendente Arroyo ha leído mucho del mariscal Rommel y nada de la MadreTeresa, seguramente. Intentar disciplinar a la sociedad a partir de una brigada "anti graffiti" no deja de ser otra forma disparatada de dilapidar nuestros recursos, sea cual fuere su intención. Cierta corriente de pensamiento pro activo es la que propone una manera interesante de mirar diferente algo que a primera vista parece una perogrullada, como no ir a una reunión donde sólo se expresan ideas en contra de algo que se considera negativo.
Así vivimos en nuestra ciudad. Con la idea de prohibir, o de manifestarnos anti algo. Sin embargo, la mejor manera de construir es mirando hacia delante, sin continuar repitiendo los mismos errores buscando resultados diferentes, siempre con la esperanza de cambiar las cosas pero sin sólo posicionarse en forma antagónica a lo que se pretende modificar.
El tiempo va transcurriendo, los hechos se van sucediendo a favor o en contra de nuestras expectativas, y la historia colectiva continúa elaborándose, pero todo en el fondo depende en gran parte del granito de arena que cada uno de nosotros puede sumar en sus acciones cotidianas. La brigada anti graffiti no tiene nada para aportar a la sociedad.
En definitiva, ¿Qué significa ser “Anti”?, porque estar en contra de una idea, de un objeto o situación es humano y natural, pero ser Anti, por ejemplo Anti Drogas, Anti Corrupción, Anti K, Anti Cambiemos, etc. etc. ¿Qué es? Pues si se trata solamente de obstaculizar algún suceso, proceso, idea, trabajo o lo que fuere, no tiene en sí mismo ninguna significación.
Lo mejor y más constructivo que podemos hacer frente a la omnipotencia de los poderosos y la corrupción de aquellos que tendrían que defendernos, es colaborar con nuestra conducta y los domingos no salir de compras, demostrarles que con esa sola acción podemos lograr que descubran en sus bolsillos el sinsentido de pretender imponer sus ideas y continuar esclavizándonos atrás del consumo innecesario.
Señor ntendente Arroyo, con todo respeto: seamos positivos, estemos a favor de aquello en lo que fervientemente creemos y acompañemos el pensamiento con la acción, para que la vida no termine siendo como pregonaba Lennon: “Lo que sucede mientras nosotros estamos haciendo otra cosa”.