EDITORIAL | Autor: redacción | 14-03-2018
¿Y la OPO y la Corpo?
No queda nada
Apenas un par de años después de haber perdido el poder, por el imperio de los votos, nadie se acuerda de los periodistas de 6-7-8.Nos da cierta nostalgia de aquellos "militantes" que ejercÃan el periodismo en la TV pública y cobraban sueldos de 15.000 dólares por mes. El blanco de la maldad era Magnetto, el Ceo de ClarÃn y los "paladines" de la verdad eran VÃctor Hugo Morales y Horacio Vertbisky ¿Y Navarro? No existÃa en ese momento, más allá de una que otra nota que vendÃa para pegarle a alguien. Hoy deben tener puestos de choripán en el Gran Buenos Aires, supongo.
Magnetto, aquel que portaba nombre de malvado de los Superhéroes, se las ingenió para correr a tanta basura periodística fuera del tablero. Y no por honesto, sino por la propia conveniencia. Claro que del otro lado, los auto llamados periodistas militantes, no eran más que una banda de mercenarios al servicio del poder, en aquella oportunidad, que detentaban los K.
Héctor Horacio Magnetto (Buenos Aires, 9 de julio de 1944) es un empresario argentino. Egresado como contador público de la Universidad Nacional de La Plata, a principios de los años setenta ―con 27 años y de la mano de Rogelio Julio Frigerio― Magnetto llegó al diario Clarín, como «adscripto a la dirección». También fue dirigente del partído político MID (Movimiento de Integración y Desarrollo).
Como verán, los apellidos se repiten y las caras en el gobierno son las de los herederos de aquellos ilustres apellidos. El país perdió la guerra de la independencia sucumbiendo al capital y sus tenedores, y la gente, huyendo de aquella corrupción institucionalizada como nunca antes (2003 - 2015) prefirió cualquier cosa con tal de sacarse a los malos de encima.
Ahora, tarde para lamentos, sólo queda saber cuánto de esto que se está edificando va a perdurar en el tiempo. Hoy en lugar de tanto periodista burdo tenemos a Fernando Iglesias, el "chupamedias" oficial del gobierno, pero hay otros no menos peligrosos que trabajan en los medios dominantes ("-cuidate Changuito-") mientras la cosa sigue.
La OPO y la Corpo ahora se cambiaron de vereda, pero son lo mismo.