EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 07-07-2018
Y solo quedaron cuatro equipos
El Mundial que nos expulsó muy pronto
Disputados sesenta partidos del Mundial Rusia 2018 sólo quedaron cuatro equipos, que casualmente jugarán los cuatro partidos más importantes de la copa: los dos de la semifinal, el partido por el tercer puesto, que jugarán los perdedores de las semis, y la gran final. AsÃ, Francia, Bélgica, Inglaterra y Croacia, que bajó al local de la copa por penales, son los verdaderos protagonistas del mundial. Pensando que Argentina podrÃa ser uno de esos cuatro equipos, como cuatro años atrás cuando llegamos a la final de Brasil, podemos decir que este ha sido el gran mundial del fracaso. Si lo miramos como la media de lo que ha hecho Argentina en los mundiales, esto ha sido algo normal. Suecia en 1958, Chile en 1962, Inglaterra 1966 y Alemania 1974 fueron mundiales de frustraciones. En México 1970 ni siquiera llegamos a estar entre los 16 equipos que por aquel entonces jugaban el mundial. El ´82, ´94 y ´98 fueron mundiales en los que perdimos de forma similar a este Rusia 2018. En 2002, sumidos en la crisis de todo el paÃs, no pasamos la primera ronda. 2006 y 2010 nos fuimos por Alemania, que nos derrotó en la final de 2014. Pasos más,pasos menos, no somos los mejores ni vamos a serlo, aunque alguna vez volvamos a ganar un mundial.
La semana que viene, luego de disputarse la gran final, habrá un campeón que no será de los más tradicioneles. A lo sumo, Inglaterra o Francia llegarán a la doble corona. Cualquiera de los otros estrenaría el cetro, solo reservado para unos pocos en la historia. Si miramos la historia de todos los mundiales sólo siete selecciones, hasta ahora, han sido campeones del mundo. Alemania(4), Argentina(2), Brasil(5), España(1), Francia(1), Inglaterra(1) e Italia(4) integran el club de los selectos elegidos en el Olimpo mundialista. Si lo miramos desde nuestra perspectiva, perdedores hiistóricos de 3 de las 5 finales jugadas (1930, 1990, 2014) podemos decir que estuvimos en casi un tercio de las instancias decisivas. Sin embargo, nuestro amargo presente, nos muestra como timoratos, haraganes, adictos al puterío y poco profesionales.
El futuro nos espera, a la vuelta de la esquina, pergeñando una nueva etapa. Otros objetivos se van a devorar este presente de frustraciones: al fin y al cabo un solo equipo sale campeón por mundial y los demás, salvo Holanda de 1974, no hacen historia, ni la harán.
Entonces el globo dará más de mil giros sobre su eje y cuatro años después nos veremos, con ilusiones mediante, en Qatar. El mundo volverá a sonreir y nosotros, libres de "Sampaolis, Messis, Maradonas y Chiqui Tapias", intentaremos que el nuevo sueño sea algo parecido a lo que siemre debió ser.