EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 13-02-2019
Tardaron más de 3 años en enterarse
PolÃtica de politiqueros
Un funcionario del gobierno actual decÃa hace cuatro años, al referirse al entonces intendente Pulti, que lo de Gustavo era la "polÃtica del plotter". Y explicaba que el intendente gustaba de hacer grandes anuncios y sacarse fotos con letreros ploteados en la espalda, para luego desaparecer del lugar y no hacer nada. Cualquier parecido con este gobierno, digamos, serÃa pura coincidencia. El problema que le encontramos a este dilema ético es que los que ahora están en funciones ya sabÃan que aquello no era correcto. Tardaron tres años y pico en enterarse cómo se gobierna y a duras penas repiten los mismos errores que el anterior. Plotters, fotos y anuncios. Cero acción y comprensión de las necesidades de la ciudadanÃa y un "ombliguismo" alarmante en temas neurálgicos de nuestra sociedad. Por favor, señores, paren con las fotos absurdas y la polÃtica del plotter.
En el año 2019, con todo el mundo mirando las redes sociales, no creemos que sea una buena imagen subir fotos de actos de gobierno rutinarios. La lógica del poder no puede analizarse en términos de "mide - no mide". Es alarmante y patético ver como todos los hombres medianamente públicos se apresuran a subir fotos familiares abrazados con la esposa, los hijos, el perro del vecino. "La familia garpa", dijo un conocido publicista de la ciudad cuando le preguntamos por este absurdo. Pero agregó "son los mismos que van a Bruto a levantarse alguna pendeja, después, o le andan poniendo MG a las fotos de cuanta minita en malla se cruza". El sabor de la incoherencia del poder no tiene paladar adecuado, al menos en nuestra ciudad.
Un candidato a intendente visita una fábrica de dulce de leche y sube la foto a las redes. Un ex concejal que quiere volver se saca una selfie con el perro. El intendente, con un anacrónico y raído traje, posa con una banda de colaboradores en una foto playera. Otro candidato sale abrazado con la esposa y los dos hijos por delante, como si eso fuese garantía de transparencia. Aún no ví la foto de ninguno besando al bebé mocoso, pero seguramente la tendremos por estos días.
Así las cosas, con una ciudad en ruinas, calles rotas, servicios deficientes, el turismo en menos diez respecto a 2018 y menos 30 respecto a 2015, la pesca complicada, los productores frutihortícolas en alerta y los fabricantes de tejido casi de rodillas, lo mejor que se les ocurre a nuestros funcionarios, los anteriores, los actuales y los que aspiran a futuros, es sacarse fotos y postearlas en instagram. Desde esta columna de OPI22 me permito una sugerencia: ¿Y si prueban con trabajar, en serio, y bajarse de las prebendas y el auto engaño?.