EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 20-02-2019
A Macri rogando y con el mazo dando
Toledo
Antonio Toledo dice que no aguanta más, y en el mundillo comercial nadie le cree. El hombre que se encargó de pergeñar, junto con la colaboración de una dudosa justicia, una de las convocatorias de acreedores más fraudulentas de la historia, señala a los super chinos, entre otras cosas, como responsables de su debacle. Nada dice, por caso, de los proveedores a los que virtualmente estafó con quitas de 60 % sobre el 50 % de lo certificado, licuando el capital de los pequeños productores zonales que lo abastecÃan, allá por el año 2007, y arreglando con las grandes corporaciones. Nada dice de los subsidios de la provincia que recibió mes a mes para pagar a sus empleados, cuando ninguna PyME de la provincia recibió ni un centavo aún en emergencias peores. Ahora dice que volverÃa a votar a Macri y que a su empresa le quedan 6 meses de vida. Una vez más, nadie le cree.
El dueño de Supermercados Toledo dice que no puede sostener abiertas las sucursales pero que volvería a votar a Macri. Antonio Toledo explicó que no puede continuar por la fuerte “presión tributaria” y el aumento de los servicios. Casi 2 mil trabajadores en peligro. Su empresa tiene 54 años en actividad comercial, agregó que en la actualidad está pasando por una grave situación financiera. Sus quejas pasan por la imposibilidad de pagar la “presión tributaria”, así como el aumento de los impuestos y las exigencias de los gremios.
“Es una dualidad lo que estamos viviendo en el país. No se puede seguir. Entre los impuestos, los gremios y la mar en coche, no sé cómo vamos a salir” Nada dice tampoco, Don Antonio, de los despilfarros internos de la empresa en financiamientos absurdos y de entelequias comerciales. Esta misma mañana, la Ferretería Dilsa, de 12 de Octubre y Hacha, que tiene más de 40 años de actividad, también anunció que cierra. Pero nadie mueve un dedo por dicho emprendimiento, emblemático, del Puerto de Mar del Plata.
Don Antonio viene por una quita de impuestos, una más, para engrosar la bolsa de irregularidades de la historia de su empresa. El mundo parece ser otro, pero los protagonistas de los dislates siguen siendo los mismos.
Tal vez Franco Macri, su hijo Mauricio, Don Antonio y sus hijos, en el límite, sean la misma cosa, y nosotros, los del llano, junto con el ferretero de Dilsa, otra. ¿Me explico?