EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 27-07-2013
¿Ser democrático en Argentina?
El ruido de las elecciones, la tensión de los que ostentan el poder
La democracia en Argentina explica lo inexplicable. Se suele comportar como un escudo protector de diversas miserias. Poco a poco los actores se encargan de mancharla, a diario. Crear instituciones,y afianzarlas, es una tarea difÃcil, como lo confirman las marcas de nuestra propia historia polÃtica.
Veamos rápidamente cuán ardua ella ha sido. Comencemos por preguntar: ¿cuál fue el momento fundador de la democracia argentina? Entre 1880 y 1912 hay un empuje inicial hacia la democracia, que debe ser analizado como un extenso período de gestación que culmina con la sanción de la ley Sáenz Peña de 1912, que consagra el sufragio universal, secreto y obligatorio.
Comparto lo escrito por Hugo Quiroga, Director del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Nacional de Rosario, Investigador del Consejo de Investigaciones de la misma Universidad.
Un régimen conservador, como el instalado en aquél período, que practicaba elecciones restringidas (sangrientas, fraudulentas y venales), en el marco de instituciones y procedimientos sospechados, fue paradójicamente el germen de la democracia. En consecuencia,una democracia de corta duración -nuestra primera forma efectivamente democrática- se instaura entre 1912 y 1930, poniendo fin a un estilo de sufragio tutelado y a técnicas de control clientelar, que amplía el nivel de participación política, mediante el ejercicio de elecciones libres, plurales y competitivas.
El horizonte de expectativas abierto con la transición no pudo borrar completamente los miedos de la sociedad argentina, que tadavía subsiten -tal vez con otras formas- y van tomando cuerpo en la estructura de la vida cotidiana: la desestabilización económica y social. El temor a la pérdida del orden siempre está presente.De ahí la explicación de ciertos comportamientos electorales.La estabilidad de la democracia que hoy buscamos tiene como base la incertidumbre, la inseguridad social y la debilidad institucional.