EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 23-05-2019
Góngora y el Juego de Tronos
Cristina - Macri - Lavagna - Massa
Son cuatro y los demás no suman. Ya se sabe y allà está el juego o la guerra por el poder. Cristina (Alberto), Macri, Lavagna y Massa. A nadie le importa si Scioli va a jugar o no. Pichetto y su apologÃa del mercado, incluso Margarita o Carrió no suman. Digamos que el amperÃmetro lo mueven estos cuatro personajes, mientras la gobernadora Vidal, tenedora de la mejor imagen personal, se está quedando afuera. Algunos creen que insertándola como Vicepresidente de una fórmula con Macri lograrÃan el impulso necesario para la reelección del presidente Mauri. Lo cierto es que las cosas en polÃtica jamás fueron lineales. Ahora, el tiempo de espera parece eterno, pero es menor que a principio de año. Las incógnitas aumentan y el hastÃo de la gente independiente, de paso, también.
La referencia inmediata a Game of Thrones, llamada Juego de tronos en España, que se trata de una serie de televisión de drama y fantasía medieval creada por David Benioff y D. B. Weiss y producida por la cadena HBO, es inevitable por estos días. En la serie, cuyo argumento está inspirado en la serie de novelas Canción de hielo y fuego, escrita por el estadounidense George R. R. Martin, se relatan las vivencias de un grupo de personajes de distintas casas nobiliarias en el continente ficticio de Poniente para tener el control del Trono de Hierro y gobernar los siete reinos que conforman el territorio. Las intrigas de poder en Argentina parecen ser menos prosaicas. El FMI, entre risas y giros descomunales de dinero, suele divertirse con estas comparaciones, en las charlas íntimas de café de los funcionarios delegados que vienen a estas pampas.
La serie se articula en temporadas, mientras que la república en períodos de cuatro años. Claro que la saga parece ser la misma, allende el continente y los mares que no existen, o sí; vaya uno a saber.
Tal vez, Poder y no poder ser, de Góngora, resuma en un atisbo de versos, de delgada realidad de lo que nuestra patria anhela y se le niega. Como más de una vez hemos reflexionado, Joaquín Sabina mediante, la patria es una fulana...
Poder y no poder ser
Que esté la bella casada
bien vestida y mal calzada,
bien puede ser;
Mas que el bueno del marido
no sepa quien dió el vestido,
no puede ser.
Que olvide la hija al padre
al buscarla quien la cuadre,
bien puede ser;
Mas que se pase el invierno
sin que ella le busque yerno,
no puede ser.
Que quiera una dama esquiva
lengua muerta y bolsa viva,
bien puede ser.
Mas que halle, sin dar la puerta,
bolsa viva y lengua muerta,
no puede ser.
Góngora