EDITORIAL | Autor: Redacción | 18-06-2019
¿Cómo es el sistema de abastecimiento energético de Argentina y Uruguay?
Develar el acertijo
Para identificar las causas de la masiva falla eléctrica sufrida hace poco en toda Argentina, en todo Uruguay y en ciertas zonas de Brasil, Chile y Paraguay se puede tardar dos semanas. Lo cierto es que el sistema no es 100% estable.
El origen de esos apagones es un acertijo relevante porque son abastecidos con electricidad producida y distribuida por sistemas que trascienden las fronteras nacionales.
Argentina y Uruguay comparten una red eléctrica alimentada por la represa Salto Grande, que es administrada por ambas naciones. También Paraguay comparte la operación de una central eléctrica con Argentina. Generalmente, esos proyectos conjuntos garantizan el suministro permitiendo que las instalaciones se sustituyan mutuamente cuando las unas o las otras presentan problemas operativos.
Para algunos expertos internacionales, el talón de Aquiles es el mantenimiento y la inversión.
Entre las causas, los apagones son atribuibles a un ataque cibernético, a una tormenta pasajera en el norte de Argentina, a problemas de conexión entre dos centrales eléctricas locales, como ha sugerido el proveedor energético EDESUR, o al progresivo desplome de la infraestructura pertinente. Lo único que se sabe es que nunca antes se había quedado tanta gente a oscuras en Sudamérica como el fin de semana pasado.
Más de 48 millones de personas (casi toda la población de ambos países) se vieron afectadas.
La explicación oficial apunta a que el fallo en la red se originó por un colapso del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), en concreto en una conexión de transporte de electricidad en el noreste del país, cerca de la frontera, entre las centrales hidroeléctricas de Yacyretá, de gestión argentino-paraguaya, y Salto Grande, argentino-uruguaya.
Por un lado se podría tratar de una sobrecarga de energía en una línea de transmisión que conecta las centrales hidroeléctricas Yacyretá y Salto Grande, las mayores generadoras del país, con la red nacional. Por otro lado, y más grave, hubo una falla técnica en los protectores de la red, que deberían haber encapsulado el corte en la zona del Litoral. Fuentes oficiales dejaron entrever que podría tratarse de un hecho "orquestado" y no descartaban ninguna hipótesis.
El sistema de electricidad está compuesto por tres actores: generación, transmisión y distribución. Las transportistas llevan la energía desde los generadores hasta los distribuidores -por ejemplo, Edenor y Edesur- y estas empresas distribuyen la energía y emiten las facturas de luz. En este caso, la falla se habría provocado en el transporte.
La empresa que está a cargo del transporte de electricidad en extraalta tensión es Transener, que está controlada en partes iguales por el Estado -compró la participación de Electroingeniería (del empresario Gerardo Ferreyra), a través de Ieasa (ex-Enarsa)- y de Pampa Energía, la compañía que tiene a Marcelo Mindlin como director ejecutivo.
En principio, una sobrecarga generó un cortocircuito en la línea que une Colonia Elía y Belgrano, en Entre Ríos. Simultáneamente, la línea paralela que cubre Colonia Elía y Nueva Campana estaba fuera de servicio porque Transener está relocalizando una torre de transmisión que se está hundiendo a causa de que el caudal del río Paraná socavó los cimientos. Estas líneas llevan energía desde las centrales de Yacyretá y Salto Grande hacia Buenos Aires.
"Si bien el sistema está preparado para soportar el desenganche de una línea, en este caso se desengancharon dos líneas simultáneamente, ya que una estaba indisponible. Este debilitamiento anormal de la red de transmisión posiblemente desestabilizó las centrales de Yacyretá y Salto Grande y se perdieron sus aportes [alrededor de 3700 MW]", explica un informe preliminar de Cammesa, la empresa con control estatal encargada de despachar la energía al mercado.
La sobrecarga que se generó, sin embargo, debería haber afectado solamente esa zona del Litoral. Pero algo ocurrió que hizo disparar todas las proyecciones del sistema y, para protegerlo, se apagó la totalidad de la generación.
Uruguay, igual que la Argentina, tuvo un colapso total del sistema eléctrico, mientras que en Brasil y en Paraguay también estuvieron afectados, pero sin consecuencias en el servicio. En el país, Tierra del Fuego, porque tiene sus propias centrales termoeléctricas, y Villa La Angostura, porque se alimenta de generadores propios, no sufrieron cortes de electricidad.
En las próximas 48 horas las empresas encargadas de la distribución eléctrica deberán presentar un informe preliminar sobre lo sucedido y uno completo en un plazo de 10 días, y se prevé, según establece la ley, sanciones a quienes sean considerados responsables.