EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 26-06-2019
Acerca de ti, y de mÃ
Compromiso
Amanece en Dávao, Filipinas, y Jo Celyn, una maestra de la ciudad más importante de la Isla de Mindanao, recorre un sendero de pastos bastante silvestre para acercarse a su lugar de trabajo. Allà el clima es más apacible que en este inhóspito hemisferio sur, en donde la recesión y las adversidades climáticas nos dicen que retrocedemos. Allà es miércoles, mientras aquÃ, en la tarde del martes, soñamos que el mundo es terraplanista y que las cuentas jamás deben pagarse. Jo suele decir ""who i'am is what i'am... simple", pero por estas latitudes decir que yo soy lo que soy se suele interpretar de otra forma, aunque no siempre. Ella enseña a un grupo de niños filipinos que ignoran donde queda Argentina. AquÃ, miles de chicos argentinos ignoran que existe Filipinas. Pero ambos tienen algo en común, más allá del huso horario de 12 horas que los separan: están a un clic de conocer la miseria en todas su dimensiones. Y los polÃticos, de acá y de allá, sonrÃen en eternas fotos tomadas para las redes sociales.
Mar del Plata dista de Dávao, Mindanao, Filipinas, unos 16565 Kilómetros. Jo Celyn sabe que nunca vendrá por estas latitudes pero igual pregunta qué comemos, cómo es nuestra vida por aquí, qué temperatura hace, cómo preparamos el arroz. Ella es curiosa y en su pícara forma de ver las relaciones interpersonales proyecta los recursos de su vida, para luego extrapolarlos a su grupo de niños. Ellos asisten boquiabiertos a historias de amor, locura y misterio, en las lejanas pampas gauchas, donde señores con boleadoras cazan elefantes, o animales de gran porte. Los chicos miran y sueñan. Nosotros, entre tanto, le colocamos baldes para frenar las goteras de los techos de nuestras escuelas, mientras le pedimos a sus padres que no manden sus hijos a la escuela porque tenemos medidas de fuerza de docentes, severas, que interpelan a la sociedad y le niegan el derecho a la educación.
Jo Celyn sabe de las elecciones que se celebran este año en nuestro país. Desde Filipinas no imagina que los políticos de aquí puedan ser tan mezquinos como los de allá. Ella imagina que las sociedades remotas son más civilizadas, en cuanto a los modos y las formas de vincularse se refieren.
La ciudad de Dávao es el centro de Gran Dávao, la tercera área metropolitana más poblada de Filipinas (desde el censo de 2015 con una población de 2,5 millones, después de los 12,8 millones de Gran Manila y los 2,8 millones de Gran Cebú). La ciudad es el principal centro de comercio, comercio e industria de Mindanao y el centro regional de la región de Dávao.
Desde allí, Jo ha leído que Mar del Plata es una ciudad ubicada en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina, sobre la costa del mar argentino. También, que es la cabecera del partido de General Pueyrredón, un importante puerto y balneario y la segunda urbe de turismo más importante del país tras Buenos Aires, ya que en época de verano su población puede aumentar en alrededor de un 300 %, por lo que cuenta con una gran oferta de infraestructura de hoteles. Entonces ella imagina que Mar del Plata es una happy city, es decir, una Ciudad Feliz. Cuando puede nos pregunta cómo es eso de vivir en un lugar donde no hay problemas de agua, alimentos, seguridad, salud. Desde este lado del mundo no le respondemos. Preferimos seguir contándole cómo preparamos el arroz.
Cuando la noche del martes, definitiva, está en ciernes sobre Mar del Plata y es casi el mediodía del miércoles de Filipinas, cerramos el ordenador y decidimos pensar en otra cosa. Al fin y al cabo, con las elecciones en puerta, la vida parece discurrir por otros andariveles.