EDITORIAL | Autor: Redacción | 17-05-2020
Los que el covid se llevó
Comercios cerrados
La pandemia marcará un antes y un después en la fisonomÃa de la ciudad. De los locales cerrados por la cuarentena, algunos ya no abrirán sus puertas. Desde el mes de abril, vaciaron los salones de venta, retiraron cartelerÃa, como ocurrió con la heladerÃa Freddo de la esquina de Rawson y Güemes.
A partir de la cuarentena, el comercio quedó en jaque mate. En una economía debilitada, en permanente crisis, con una presión impositiva que se lleva más que un socio y con el efecto de la peor pandemia que tiene la Argentina que es el sistema bancario abusivo al que nadie supo, pudo o quiso ponerle freno, solo basta mirar lo que pasa en Italia, España, para saber que la cuarentena será larga y que cambiará los hábitos de consumo.
Ante esta realidad ineludible, no hace falta consultar con gurúes o asesores económicos para saber tomar las medidas drásticas.
En este caso no solo los empresarios supieron dar vuelta el timón, también los pequeños comerciantes sacan sus cuentas a tiempo.
En muchos barrios de la ciudad, los comercios habilitados en cuarentena decidieron permanecer cerrados. La baja en el consumo, el alza de los precios, el miedo a malvender y no poder reponer stock, fueron algunos de los factores que llevaron a tomar decisiones de este tipo. Son muchas las panaderías, almacenes o verdulerías cerradas porque las cuentas no les dan.
El sector de venta de ropa, calzados, accesorios presiona para lograr abrir sus puertas e integrar las listas de la flexibilización pero, habrá que ver cuántos son los que a los 10 días de reabrir sus puertas tendrán saldo a favor o se verán obligados a quedarse en casa, priorizando la salud por una economía con saldo negativo.
Todos somos conscientes de la escasez de efectivo y dinero circulante.
Mientras tanto, el dólar sigue en alta. La capacidad de ahorro es cero. Ya nadie confía en el peso débil argentino.
Si no se reabren las fábricas y no llegan los insumos del exterior, el desabastecimiento será a gran escala.
Re pensar los formatos de negocio, sin dudas, es un tema prioritario para buscar una oportunidad en la crisis. Aplicar los conocimientos para mantener la actividad comercial virtual, online o mixta es una carrera que los que no entendieron quedan descalificados.
Todos los esfuerzos que haga el gobierno se centran prioritariamente en la salud y la población más vulnerable. A la clase media le queda, como siempre, más que poner el hombro, tirar del carro, saber que está sola rodeada de buenas intenciones que no alcanzarán.
Mantener la vida es como el juego de la ruleta rusa, jugar con una arma que ya está cargada, así que alguna bala a alguien de la mesa va a llegar. Así la perspectiva laboral, la economía pende de un hilo tan delgado, que como en el cuentito de Los tres chanchitos, con un simple soplido, se puede derrumbar. Esto daría que de tres, solo uno sobrevivirá.
En Mar del Plata son muchos los sectores afectados, comercio minorista, ropa, zapatos, accesorios.
El sector de la cerveza artesanal paralizado. Una industria que ya tenía dificultades y que perderá, seguramente a varios jugadores.
La construcción que valida protocolos pero que perdió clientes que cuenten con los medios para seguir con los proyectos.
En el sector tecnológico, graves problemas con el stock y una necesidad de reabrir la fabricación nacional. El atraso con la llegada de la mercadería proveniente de China hace que sea muy inestable el rubro sacudido por la suba del dólar.
En el sector inmobiliario, parálisis total de operaciones. Alquileres y ventas en plena crisis.
Este sector deberá trabajar mucho en adecuar contratos para hacer viable la reactivación.
Por ahora, quedarse en casa es lo que viene. Se avecina el invierno y el temor a contagiarnos. La pandemia marca un tiempo de capacitaciones virtuales, Cambio de modelo de negocio y una dedicación a afinar la punta del lápiz para reestructurar la economía.