EDITORIAL | Autor: Redacción | 18-05-2020
Salta Violeta!
Éramos pocos
La cuarentena tiene lo suyo, ya de por sÃ, y en términos de sà misma. Éramos pocos y reapareció el presidente Macri para pedir un equilibrio entre la prevención del coronavirus en la vida futura y anunciar, en su rol de lÃder de la Fundación FIFA, que organizará un partido de fútbol a beneficio en medio de la pandemia. Alguien dicen que le dijo "saltá gato" y él saltó; está claro, porque la delgada lÃnea de cuidar la vida y la economÃa se confunde demasiado. Ese alguien, de paso, pensó que el ex presidente es un buen interlocutor entre el futuro y el pasado, porque habita en este último y mejora sus chances para el otro. Nada es lo que parece; Alberto emite, Macri observa de reojo y ninguno de los dos parece mostrar una idea clara de lo que va a suceder después. Mientras tanto los medios nos reinventan la historia cÃclica del payaso Scazziotta y su perro ficticio Violeta. Van y vienen hacia la nada. Una vez más "Salta Violeta".
La pandemia es un buen momento para recordar otras cosas, de paso y por ejemplo, cuando éramos un país un tanto más divertido. Así, aquel clon de los 60, los ´70 y los ´80, que nos hacía reir por TV, hoy es una buena métafora de la otrora ansiada normalidad. Carlitos Scazziotta había nacido en 1937 y desde muy pequeño recibió formación circense. Su familia trabajaba en el circo, donde él debutó a los cinco años. Se dio a conocer en los años 1960, en el programa Sábados Circulares, y se desempeñó desde entonces principalmente en la televisión, integrando elenco en varios programas de naturaleza humorística. Cabe resaltar sus intervenciones en La Tuerca, El Circo de Carlitos Balá, Los Campanelli y otros. Trabajó junto a algunos de los cómicos más reconocidos del momento, como José Marrone o Pepe Biondi.
Carlitos Scazziotta y su personaje atravesaron muchos espectáculos y muchas tiras. Tal vez, Mauricio, en estos días, se compare que este payaso famoso que nos hizo reir, pero por otros motivos y ahora nos quiera explicar que lo que pasó no tiene nada que ver con lo que estamos pasando. Entonces el neoliberalismo estructural que nos viene serruchando los sueños desde la época en que "Salta Violeta" nos hacía reir con Pipo Mancera, parece más vigente que nunca. La tira cómica nacional es eterna. Ya cumplió más de 50 temporadas, cada tanto renueva algún personaje, porque se mueren, lo encarcelan o simplemente pasan de moda, pero la trama es la misma.
La verdad, esta serie a estas alturas, no dan muchas ganas de seguir viéndola. Aburre bastante. Volvamos un instante con la mente 45 ó 50 años para atrás -"Salta Violeta", o al revés "Violeta, salta..." veremos que el perro no está y entonces sabremos como salta el gato cuando nadie estaba atento a la pantalla.