EDITORIAL | Autor: Editorial | 30-06-2020
Hacemos Zoom
Otra cosita más
En los medios de comunicación, en el lenguaje coloquial, el trabajo y la familia, por caso, existe una nueva frase de cabecera: "hacemos Zoom", o sus variantes como "hagamos un Zoom", "¿lo vemos por Zoom?" y muchas otras similares. Esta nueva normalidad, a temporal, nos interpela como sociedad Socrática, dentro de una infinita interacción mutua, en un modelo comunicacional que tiene los efectos sin preceder de las causas. Los alumnos se conectan a clases por Zoom, silencian el micrófono y apagan la cámara ¿Es esa una interacción válida? Otros se excusan en problemas de conectividad y no se vinculan a las reuniones virtuales. La Vicepresidenta de La Nación le apaga el micrófono a la oposición cuando tiene que argumentar un tema en una sesión virtual. Un congreso por Zoom es un cuchillo que no tiene mango ni hoja. Einstein pronunció esa analogÃa para explicar la nada como objeto. Las instancias del mismo, bien, gracias. Los actores de cartón, en un mundo que pierde los sentidos y se pliega en viejos slogans de realidad fractal. No somos. Habitamos el no espacio en un no tiempo, de no ser el tiempo de la sesión de Zoom. Detrás del ángulo de la cámara que me enfoca, en el mejor de los casos, discurre un universo paralelo irreproducible. Demasiado para una emergencia de más de 100 dÃas en la que emulamos la vida mientras vegetamos.
Todavía existen personas que no saben qué es Zoom. Para aclarar el entuerto, digamos que es un servicio de videoconferencia basado en la nube que se puede usar para reunirse virtualmente con otros, ya sea por video o solo audio o ambos, todo mientras realiza chats en vivo, y le permite grabar esas sesiones para verlas más tarde. ¿Es el único servicio? Por supuesto que no, exsiten otros como el Meet, el Gipsy, el Skype y el WhatsApp, que ha sumado una función similar. Ninguno es muy diferente del otro. Cosas del destino, el Zoom parece ser lo que Coca Cola es a las bebidas colas.
Así las cosas, el distanciamiento social impone nuevas formas de comunicación. Claro que suponer que Zoom, o la plataforma que sea, puede reemplazar a la reunión formal de dos o más personas es como suponer que los alimentos que comen los astronautas en el espacio pueden ser la cura para el hambre en el mundo. Sustituyen, pero jamás igualan al legendario bife de chorizo, o la milanesa con puré (si es de la abuela, mejor).
Suponemos que las autoridades de gobierno saben de esto, entonces, sorprende decirlo, pero desde este espacio recomendaríamos no abusar demasiado del Zoom y por el contrario hacer zoom en otras cosas:
El control de la circulación viral
Los contagios primarios
La re apertura de la economía
El cobro de los impuestos
Las cuestiones psicológicas de las personas sometidas a encierro por más de 100 días
La reapertura de las fronteras
La "protocolo manía" vista como la panacea del retorno
Seguramente la lista es mucho más extensa y el lector podría agragar situaciones adicionales. Como sea, la pandemia no se va, mientras en Argentina tenemos 50 muertos al día en Estados Unidos cuentan más de cincuenta mil, Brasil ya no quiere ni contarlos y lo peor está por venir: Siria, los países africanos, India, entre otros, son la Caja de Pandora.
Hagamos un Zoom, mientras tanto, para ver como Pampita On Line conversa con algún otra figura de la intelectualidad vernácula, porque necesita pagar las cuentas y desde las posturas principistas no se desbloquean las tarjetas de crédito. Demos un pasito más hacia adelante e imaginemos el 2021. Lo que pensábamos para 2020 seguramente era otra cosa, Zoom mediante, y no funcionó.