EDITORIAL | Autor: redacción | 14-02-2021
El hombre que nunca dejó el poder
Carlos Menem y el fin de una era
Con el fallecimiento de Carlos Menem se va uno de los últimos de los polÃticos rosqueros de la primera ola, pero sin duda, el más importante. Capaz de entregar cualquier cosa por un poco de poder, supo acumular adeptos de todos los sectores de la sociedad, uniendo como nadie las dos puntas: la extrema riqueza con la extrema miseria. Generador de pobreza como nadie en la historia, durante su gestión de 10 años se entregaron empresas nacionales a precio vil, mientras se insertaba la corrupción de los famosos en el poder y se exhibÃa el botÃn de lo apropiado al estado en revistas, como nunca antes. A falta de redes sociales, aquella clase polÃtica mostraba sus yates en la revista "Caras", mientras crecÃa la deuda y cerraban las fábricas nacionales, absorbidas por los holdings internacionales. El sello de marca de la década más nefasta para la sociedad argentina, los noventa, se fue, un dÃa común, sin pena ni gloria.
Menem dejó el poder en diciembre de 1989, cuando el peronismo, que llevó como candidato a Eduardo Duhalde, fue derrotado en las elecciones por la coalición UCR-Frepaso que postuló al radical Fernando de la Rúa.
En 2001 pasó seis meses en prisión en la causa por la venta de ilegal de armas a Ecuador y Croacia, por orden del juez federal Jorge Urso.
En 2003 intentó volver a la Presidencia y fue el más votado en la primera vuelta de los comicios de ese año, pero consciente de que todas las encuestas lo daban como seguro derrotado frente a Néstor Kirchner, bajó su postulación y no se presentó al balotaje.
Al momento de su muerte ocupaba un escaño en el Senado de la Nación como representante de su La Rioja natal.