EDITORIAL | Autor: redacción | 18-05-2021
Tu grato nombre
Riverplate...
El partido acaba de terminar, River quedó eliminado por penales frente a Boca Juniors y, luego de 5 mano a mano por copas internacionales y nacionales en los que los millonarios le pasaron el trapo a los Xeneixes se cortó la racha. Hasta aquà todo parece épico para un club como Boca, que sabe de sufrimientos y de hazañas. El caso es que la cosa fue exactamente al revés. Fue River Plate, quien derrotado, nos dio una lección de vida a todos los argentinos: jugando con 15 jugadores menos en plantilla, afectados por COVID, con un arquero que no habÃa debutado ni en la reserva (vendrÃa siendo el quinto arquero) y cayendo derrotado en la loterÃa de los penales, después de ir perdiendo desde temprano merced a un gol con trampa y empatando y acorralando a los mejores 11 que pudo poner su eterno rival en cancha. La vergüenza de los bosteros es tal que, puertas adentro, se sonrojan cuando rememoran esta situación.
Para los compromisos que le quedan a Napoleón Gallardo, con 20 jugadores contagiados y aislados, solo cuenta con 12 jugadores de su lista. Y de esos 12, dos no están en su mejor condición física: Enzo Pérez y Javier Pinola. En la última práctica el volante estuvo bajo los tres palos (lo que alimenta la hipótesis de verlo en el arco frente al elenco colombiano) y el defensor se puso a disposición del DT.
¿Y si les contara que estas líneas las está escribiendo un auténtico fanático de Boca que hoy siente una nostalgia por todo lo perdido más allá de lo que se ganó y una sana envidia por el que perdió el domingo en la Bombonera, después de aquellos raros penales?
El mundo tiene tela para cortar, y los millonarios, que dentro de unos días cumplirán 10 años de su hecho deportivo más desgraciado, el descenso de categoría a manos de Belgrano de Córdoba, que le ganó la promoción y los mandó al Nacional B, se supieron reponer y vivir sus 7 años más gloriosos a nivel internacional. Boca, compadre, lo mira por TV, aunque ahora sea el protagonista. El abrazo de Gallardo a Díaz, el quinto arquero, después del partido, dice mucho más de lo que es. Todos morimos un poco con él, cuando Buffarini sentenció la suerte de las gallinas.
Ahora, con la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser, los hinchas de Boca (quien escribe incluído) nos sentaremos a ver los dos compromisos que restan entre semanas por Copa Libertadores y la semifinal con Racing por la copa local. Pero la gloria no nos pertenece, cualquiera sea el resultado.