EDITORIAL | Autor: Redacción | 31-08-2013
¿Qué paso?
La orquesta del Titanic
Resulta que un día, así como así, salí a la calle y comencé a ver policías por toda la ciudad. Patrulleros, de a pares por la calle, con boina, en moto… ¿Qué pasó?, estamos en estado de sitio, pensé. Pregunté a cuanto ciudadano me crucé qué era lo que pasaba: respuesta incierta. La más acertada me la dio un viejito que caminaba cerca de la fuente en la peatonal “estas son las cosa de la democracia”.
Como nuestro apreciado intendente dijo que nadie iba a estar cómodo en su silla parece que varios movieron el trasero. Entonces, a no dudarlo, el poder de convocatoria del mandatario fue un impulso vital para tener policía en la ciudad. Parafraseando a los carteles que había en el peaje de la ruta 2 cuando Moyano se quedó con los muchachos podríamos decir: “Gracias Pulti por tanta dignidad”. Ahora la pregunta obligada es la siguiente: ¿y el proyecto de policía comunal era verdaderamente necesario? rnMire vecino, para ponerlo en singular, me animo a decir que esta movida policial es un efecto más de la campaña electoral y le importamos muy poco o nada a nuestros gobernantes. Bienvenidos sean los policías, como cuando tuvimos la cumbre de las Américas, porque nos permitían andar con cierto halo de protección. Pero la realidad y el pasado nos indican que esto va a ser un efecto pasajero, que no es legítimo desde su concepción y que se desviste un santo para vestir al otro. Mientras tanto la nave va. Que no pare la orquesta, caballerosrn