EDITORIAL | Autor: Redacción | 19-09-2013
Huele mal, sabe mal… está mal
Feliz 2014: No hay que darle tantas vueltas al 2013.
De no ser porque comienza la carrera electoral dirÃa que esta gente que nos gobierna tiene problemas de memoria. Si efectivamente nosotros hacemos las mismas cosas durante muchos años no podremos esperar resultados distintos. No se necesita ser Einstein para comprender este postulado. La pregunta, en todo caso es ¿qué es lo que nos lleva recurrentemente a cometer los mismos errores?
Votamos, emitimos el sufragio, delegamos y confiamos. A partir de ahí parece que nos desentendiésemos automáticamente de lo que hicimos. En Neuquén, por ejemplo, los legisladores mayoritariamente votaron un acuerdo sobre el que el pueblo, o sea los delegantes del poder, mayoritariamente estaban en desacuerdo ¿Cómo puede suceder una cosa así? Podríamos decir que se destapó la vaca muerta y el olor a podrido los inundó a todos.
En la provincia de Buenos Aires Insaurralde salió a decir que bajar la edad de imputabilidad de los menores sería la solución a la inseguridad y hasta los mismos K rápidos de reflejos electorales salieron a desmentirlo: Scioli, que parece ser ni lo uno ni lo otro encontró la explicación salomónica y dijo “a Martín (Insaurralde) lo interpretaron mal…” Massa dice que va a dar pelea y De Narváez, confundido entre la multitud de gente que le dio la espalda, grita que tiene un plan, que desde 2009 estamos esperando que muestre.
En Mar del Plata los grandes anuncios de estos días parecen pasar por la nueva Planta de Efluentes Cloacales, que como no les da la cara para decir que hay que hacer una nueva porque la vieja no sirve, la llaman de otra forma: ahora es la Planta de Procesamiento de líquidos Residuales. Claro, mientras la construyen nadie te cuenta que seguiremos vertiendo el efluente ciudadano de casi un millón de personas sin ningún tratamiento al mar, con un caño que lo tire más lejos, al que lo llamamos emisario submarino. Cajoneado el proyecto de la Policía Comunal y reemplazado por este mamarracho de gendarmes y prefectos dando vueltas parece ser que hay que imaginar nuevos escenarios de caja, de dinero (easy Money, como decía John Conor en Terminator).
En fin, índices nacionales de precios ficticios generados por un organismo manchado de corrupción, apatía provincial transformada en inoperancia frente a lo cotidiano, superados todos por la contienda electoral y corruptela de bajo calibre a nivel municipal parece ser la pintura del último trimestre de 2013. Como para pensar en el 2014 ya mismo: el 2013, señores, ya fue.