EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 21-10-2013
Últimos dÃa de campaña: estamos de liquidación
Pocas ideas, poco interés por los demás
Tolerancia cero. Eso es lo que nos está sucediendo a los marplatenses con los polÃticos. No me creo el cuento de Rudolph Giuliani combatiendo a los trapitos de Edison y Juan B. Justo. Se me hace difÃcil de creer en los Super PolÃticos que entregan chiches nuevos por los barrios y caminan maratónicas jornadas entre los que menos tienen, bañados en humildad.
Me cansa de sobre manera que me llamen por teléfono al fijo de mi casa y me invadan en la intimidad para darme un mensaje de 3 minutos. El sheriff Massa, el bon vivant De Narváez o el beatificado Insaurralde. Creo que son 3 caras de la misma dureza, a prueba de inclemencias climáticas y partidarias. Mientras a nuestra presidenta la tienen como si fuera aislada, guardada, a la espera de un despertar cual bella durmiente, creo que nos están durmiendo y de forma fea, con argumentos del siglo XIX. Ahora, como utilizan las redes sociales los llaman argumentos del siglo XXI, pero son más viejos que las tardes de biógrafo.
Existe un cielo de los políticos. Por allí andarán Perón, Irigoyen, Balbín, Palacios. De ninguna manera debe ser el mismo cielo que habite Videla, Massera, Martinez de Hoz. En el medio debe necesariamente haber un purgatorio y en ese estado deben encontrarse unos cuantos contemporáneos, hasta que el juicio de la historia los coloque en el lugar adecuado. Pero cuando pienso que todos, los que entraron en el cielo, los que aún no y los que nunca jamás, fueron responsable de estos, me apremian los deseos de ser un fundamentalista islámico, en búsqueda de soluciones menos ortodoxas. Se trata de la democracia, nuestra construcción más importante de los últimos 200 años como Nación, y la estamos dejando en manos de oportunistas e inescrupulosos que por un voto se aguantan los mocos de los niños pobres.
Espero que este período electoral pase pronto. De todo corazón deseo que el próximo tenga mejor calidad humana de gente. Al final de la cuenta del último voto de las urnas que se van a poner en juego el 27 de octubre próximo veremos como a algunos de estos les irá mejor que a otros. Ninguno va a ir a trabajar, como usted o yo, el lunes 28. Porque el futuro es mañana, cómo dice uno de los favoritos, pero el concepto de cómo se nos aplica es muy distinto para todos y todas.