EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 04-12-2013
Córdoba queda más cerca de las miserias humanas.
De la Sota aseguró que la Justicia "perseguirá a todos los delincuentes y saqueadores" que causaron desmanes desde ayer, o sea que es posible que decida utilizar el estadio Chateu Carreras para encerrarlos en algún lado. No creo que Córdoba tenga semejante lugar de contención criminal disponible.
El gobierno de Córdoba llegó esta tarde a un acuerdo salarial con los policías autoacuartelados, que volvieron a patrullar las calles tras más de un día sin servicio y luego de los saqueos y robos en comercios y casas que dejaron un saldo de al menos dos muertos, más de un centenar de heridos y enormes destrozos.
A lo largo del día nos cansamos de ver videos de gente como usted o como yo (ojo, no me discrimine) que al calor de la ebullición social acarreaban carritos con sidra, pan dulce, fideos, TV de LCD, sillas plásticas y teléfonos 3G. Centenares de chorros desmadrados que corren cuan banda de forajidos con lo poquito que se puede llevar a cuestas. Al fin y al cabo esta rapiña no salva a nadie. Ni siquiera mitiga el hambre. ¿Qué sucedió verdaderamente en estas últimas 24 horas en Córdoba?
La psicología de la masa que ocasionalmente se convierte en saqueadora no tiene explicación. Es un muerto viviente, esta masa. Los (estos) hombres poseen el don de Midas negativo: todo cuanto tocan se convierte en mierda. Y la TV lo filma para que las conductas se propaguen.
Según el SCUM Manifiesto de Valerie Solanas, escrito en 1967, “el hombre es un puñado de reflejos condicionados: incapaz de reaccionar libremente por medio de su mente, está atado y determinado completamente por sus experiencias infantiles y del pasado”. En todo caso habría que buscar a cada hijo y cada madre chorros y saqueadores y abrirles el cerebro para ver que parámetro común encontramos: sería toda una experiencia.
Como sea, estos hijos de una madre atadora han puesto a la Docta patas para arriba. Los ineficientes de siempre que nos gobiernan se repartieron entre estupideces y desatinos. La sociedad entera gritó su ira y los energúmenos se comieron al ser normal que cada uno aparenta tener. La ocasión, lugar o momento más oportuno en el tiempo para hacer o conseguir una cosa, transformó a los seres humanos en bestias. La diosa greco-romana Ocasión, también llamada diosa Oportunidad, se representa como una mujer hermosa de larga cabellera por delante. En este largo día que pasó, en Córdoba, se me ocurre que también tuvo las manos atadas, mientras sus dioses vecinos se le cagaban de risa desde el Olimpo.