EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 07-01-2014
Asà en La 31 como en Mar del Plata
Cortes que joden en un veranito caliente
Madre nuestra que estás en Olivos, no nos dejes caer en la tentación de tener pensamientos violentos. No dejes que nos amordacen, nos violen, nos corten el paso, todo por lo inepto de tus subordinados, sean de tu propio partido polÃtico o del ajeno. Más lÃbranos de la carga de aguantar a tanto estúpido cortando calles, porque ese ejemplo cunde y ahora se ha propagado: cortaron hasta la calle Alsina por la que circulo todas mis mañanas, en esta cara ciudad de Mar del Plata. Un señor villero, que se resiste a irse del ex mamarracho de asentamiento de Paso, se adueñó de la cuadra solo porque la Municipalidad decidió asfaltarla y entonces ya los ciudadanos no podemos circular por allÃ. Escucha nuestro ruego. Amén.
Madre Cristina, padre Capitanich, Tío Pulti, primo Bonifatti, va con onda el pedido ¿a quién tenemos que implorar en nuestra Mar del Plata para que no la corten con los reductores improvisados de velocidad hechos con soga de barco choreada? No es mucho lo que te pedimos: simplemente circular, y que todo lo demás fluya, como la energía cósmica, como en el refranero español: poner en marcha el carro y que los melones se acomoden solos.
Trapitos cortando en el faro, villeros cortando Alsina, franelitas extorsionadores por toda la ciudad, cieguitos, paralíticos, artistas callejeros entre los autos… ¿no será mucha fauna para una sola urbe? Tal vez el pensamiento no sea todo lo políticamente correcto que se necesite, pero tengan en cuenta, estimados OPINAUTAS y estimados parientes del gobierno, que el calor de estos días hace estragos, incluso en la tolerancia.