EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 14-02-2014
¡Cosas de tilingo, che!
Vivimos en barrio privado pero evadimos los impuestos
El tilingo es un arquetipo, una entidad argentina, es parte de la gran ontologÃa nacional. No creo que logremos descifrar sus caracterÃsticas, sus humores y sus costumbres. Lo que seguro está claro es que cuando le tocan el bolsillo se pone arisco.
Los muchachos de Rumencó, ocho de cada diez, se hacen los sotas y no pagan los impuestos provinciales correspondientes. Esa noticia suena como un tureno ¿Ha visto alguna vez algún conocido que viva en ese barrio? Imagine entonces lo que quiero significar.
Según tengo entendido, “tilingo” viene de “tilín”, que significa “pequeño”. Sin contradecir lo anterior, “tilinga” es la persona que está pendiente de lo chiquito, de aquellas pequeñas cosas insignificantes.
El pensamiento del tilingo es chiquitito, sus argumentos son minimales, por eso también “tilingo” significa “zonzo”. Pero la definición va más allá de un arquetipo solidificado o sustancializado, es más, el tilingo no es un personaje rígido en una estructura social (como puede ser unas clase social determinada), la tilinguearía es una “actitud”, un comportamiento a un momento determinado. Inclusive, las actitudes tilingas son aquellas que atinan a presentarse como algo que no es, y en general, el tilingo quiere pertenecer a un rango más alto en la escala social.
En fin, como ya sabemos, la década ganada ha dejado ganadores a diestra y sieniestra. En estos últimos años el barrio Rumencó creció como nunca. Sin duda en ese crecimiento están los evasores, ocho de cada diez, claro. Si usted es del veinte porciento que tiene todo al día no sé muy bien qué decirle. Hay cosas que no tienen precios. Para todo lo demás existe (o existirá) Moratoria Card. Y que la rueda no pare.