EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 11-03-2014
El humor militante
Los chistes que bajaron de Sierra Maestra
¿Cuál es el colmo de un humorista? Tener que ser oficialista y recortar su creatividad. Señores, hemos llegado al colmo del humorista. La vocecita inteligente que suena en off en 6-7-8, o en Duro de Domar es un ejemplo. Los chistes de TVR, el humor de Adrián Stopelman y el humor gráfico de la página de Télam son otros complementos de la sinrazón nacional.
El humor es definido como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Nietzsche fue más terminante: "El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa". La pregunta que subyace es ¿Cuál es la necesidad de la existencia de alcahuetes del gobierno contando chistes, o situaciones simpáticas? ¿A quiénes hacen reír? ¿Cuánto cobra un cómico alcahuete del gobierno?
En la época del proceso, en el Diario "La Capital" existía una tira cómica que se llamaba "Garrafa" y era firmada por un Sr. Schaeffer. Este simpático niño pretendía ser un "mafaldo" oficialista, parecido a lo que era ese diario durante los oscuros años de gobierno. Los chistes eran comentados por LU 6, la única radio que funcionaba, y entonces todos oficialmente reíamos de sus travesuras ¿Qué sentido tiene, en 2014, intentar direccionar la risa con sentido político utilitario oficialista? ¿A qué iluminado se le ocurrió la idea de tener un humor militante? No imagino al Che guevara permitiendo chistes con determinado sentido en los campamentos y prohibiendo otros. Simplemente no lo imagino por absurdo, aunque si de revisar esa historia, como todas, nos toparemos con mil y un episodios absurdos?
Como sea, muchachos hunmoristas militantes, ¿de qué carajo se ríen, de la que se llevan gratis a costa de nuestros impuestos?