Boudou adolescente, no Maduro

Sudoku que no es lo que parece

 La cosa es simple. El macartismo pero al revés, podríamos llamarlo el "Madurismo" o el "seisieteochismo", es decir, ese contingente de personas que se dedican a acusar de derechistas a todos los que no pensamos parecido, sale a respaldar a Boudou al precio que sea. Por cierto, el vicepresidente no es históricamente un gran zurdito, dado que sus orígenes de UCEDE no lo ponen muy a la izquierda que digamos.

Por estos días poco importa si la cosa sucedió o no. Si la dice Clarín (o La Nación) es mentira y si la dicen desde el oficialismo es "cosa santa" . Muy difícil de entender una realidad en forma de numeritos que deben cuadrar, como los de la inflación, el desempelo, los subsidios, los servicios públicos, la deuda externa. Con todo ese quasi infinito conjunto de cifras nuestro hombre fuerte del gobierno, antes simpático guitarrista, tiene su propio sudoku sin resolver.

Por cierto, el Sudoku si hizo más que popular desde la contratapa del Clarín, que parece que no miente en eso de que las filas y las columnas coicidan con el mismo numerito.

Mientras Maduro acusa de derechistas a los jóvenes estudiantes que protestan desde hace más de un mes y les tira la culpa de los veintiocho muertos que lleva Venezuela por causa de las protestas durante ese lapso, desde Caracas lanza la pregunta universal ¿qué esperan los jóvenes para sentarse a dialogar, que les llegue una cartica (cartita)?; en el Congreso de nuestro país algunos miembros esperan que Amado Boudou termine de resolver ese Sudoku para que explique los otros problemas de cifras que no cuadran, en un mundo que ya no encaja en la medida de su deseo.