EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 19-03-2014
Llamalo a Superman
Miserias cotidianas
LLamalo a Superman, gritaban en coro los docentes. Scioli convocó al Defensor del Pueblo para que garantice lo que él, en representación del estado, no pudo, no supo o no quiso garantizar. Llamemos a las cosas por su nombre. Una vieja frase hecha. Miserias humanas. DÃas de clases perdidos, gente que habla a diestra y siniestra. Se rasgan las vestiduras diciendo que la educación les importa. Solo patrañas de mediocres en cargos que les quedan absolutamente grandes.
Entonces, el defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, anunció que recurrirá a esa medida mientras siguen las negociaciones para que los chicos puedan volver a las aulas tras 13 días de paro docente. La agencia oficial lanza el cable que da vergüenza ajena. La misma cantinela. El mismo sinsentido oficial. Un gobernante, que no tiene capacidad para garantizar la educación le pide a un tercero que interceda para hacer su trabajo. Los docentes bonaerenses han perdido entre 35 y 50 % del poder adquisitivo de su salario en los últimos cuatro años. Las escuelas están desmanteladas, sobre pobladas y maltratadas ¿Qué puede lograr el defensor del pueblo con esta medida, es acaso Superman y lo tenían escondido?
"Vamos a presentar un amparo porque estamos en una situación de colisión de derechos y hay que optar por la protección de uno de ellos y en este caso es el de los niños a tener educación”, explicó el defensor Carlos Bonicato ¿Tiene idea de lo que está refiriendo? ¿Sus hijos van a colegios privados? ¿Ocupó alguna vez un cargo docente?
No caben dudas de que los docentes movilizados no son los cuadros sindicales. Los más de 50.000 en La Plata o los más de mil autoconvocados en Hipólito Yrigoyen y Luro, en Mar del Plata, ejerciendo el derecho de protesta con cortes parciales de tránsito, sin obstruir la circulación y pidiendo que la ciudadanía toque bocina, son una muestra de que son muchos, están hartos y que con el correr de los días están dispuestos a prolongar la batalla.
Scioli y Don Carlos Bonicato deben saber que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Llamarán a Superman para reparar este desatino, o tal vez, al Chapulín Colorado: Los que no contábamos con la astucia de estos funcionarios éramos los del resto de la ciudadanía.