EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 08-04-2014
10 A, con A de asco
El paro del 10 de abril pinta puramente polÃtico
El paro del 10 de abril obedece, a no dudarlo, a cuestiones polÃticas. No es que la gente de clase media y trabajadora no se encuentre un tanto podrida de la inseguridad, la inflación, la corrupción y la hipocresÃa de los gobernantes. La realidad es más profunda; está (mos) podridos de representantes sindicales que llevan agua para su molino también. En este combo de desilusión tampoco cae simpático que otros sindicalistas se comporten como alcahuetes del domingo. Cada uno por sus razones individuales e interiores, que no coinciden con las razones de la cúpula sindical ni con las del gobierno, siente que quiere parar y bajarse de esta rueda corrupta e infectada, sin aparente salida.
Si usted decide plegarse al paro, respetado sea. Si usted decide trabajar, también. Lo que no se puede aceptar, de ninguna manera, es que nos sigan arriando como ganado para los propios intereses: Clarín miente, 6-7-8 también. Duro de Domar, opera, Mirtha Lengrand también. Franccella quiere beatificarse y yo, comunicador de OPINAUTAS, sugiero ver el Canal Gourmet, o Viaje a las Estrellas. Tal vez en alguna de esas ficciones encontremos la paz que nuestros representantes no saben, no quieren o no nos pueden propiciar.
Sería muy triste pensar que no les interesa que todos vivamos con un poco más de calidad de vida. Sería algo serio sostener que este es un país rico, sin que se nos estire la cara de goma. Hablando de goma, que nadie se borre, porque por sí o por no, parar el país es una decisión que debe respetarse y de la cual cada uno, con su santa voluntad, debe cargar, y hacerse cargo.