EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 10-04-2014
No estudies periodismo
Luciano Dolber in Sobre el periodismo
Un análisis amable sobre por qué las carreras de comunicación no sirven para nada. Un colega de tecnologÃa, al que considero un amigo, pero sin duda es un tanto escéptico, me pasó esta nota. La quiero compartir con todos los OPINAUTAS.
La última vez que me preguntaron dónde estudiar periodismo, respondí “no estudies periodismo”. Creo que agregué “por el amor de Dios”, pero no estoy seguro. Andaba apurado y no tuve tiempo de abundar en cuánto detesto las carreras de periodismo y comunicación. Las odio con toda mi alma.
Las carreras de periodismo -no importa la universidad, el instituto o el hotel alojamiento que las dicten- son administradoras tramposas de la ilusión hueca de decenas de miles de jóvenes que sueñan con triunfar en grandes medios publicando opiniones para las cuales hay espacios tanto o más interesantes -y redituables- que los grandes medios.
Son abusadoras conscientes de la ingenuidad. El estudiante de periodismo promedio cree que puede ganarse la vida soltando definiciones pretenciosas sobre Boca, comentando una película pochoclera o denunciando políticos corruptos que corrompen más en su imaginación que en los documentos que una universidad enseña a conseguir.
Nunca funcionaron las carreras de periodismo. Los mejores periodistas de la Argentina -y muchos de los más importantes del mundo- estudiaron cualquier otra cosa. Derecho, Economía, Medicina. O no estudiaron nada y triunfaron por su perseverancia para perseguir información, por su voracidad para leer y por su imaginación para expresarse.
Las carreras de periodismo atrasan y se alejan de la realidad para justificar tres o cuatro años de asistencia, de cuotas, de profesores que necesitan cobrar un sueldo. Se quedan a mitad de camino entre el periodismo y el delirio, e ignoran la mayoría de las tecnologías que hoy rigen la industria de los contenidos.
Tom Wolfe tiene 83 años
Los nuevos periodistas son apenas editores de audiencias que, apoyados en una serie de herramientas que ofrecen las plataformas sociales, necesitan saber más de códigos, amplificación y optimización en buscadores que de gabinetes y números de teléfono.
Conocer el detalle de los laberintos de Google Analytics es infinitamente más importante que leer al 90 por ciento de los autores que imponen las carreras de periodismo. Aprender a manejar con eficiencia los agregadores de noticias es muchísimo más importante que las 5 W. O las 6. ¿A quién le importan cuántas son?
El futuro del periodismo no está en la redacción prolija de la crónica sino en la astucia para encontrar las mejores aplicaciones y publicar desde el teléfono celular. No se trata de aprender a investigar sino de ordenar la curiosidad con elementos y recursos que no existían cuando a alguien se le ocurrió que era una buena idea lucrar con las carreras de periodismo.
Por eso, si me preguntan dónde estudiar periodismo, mi respuesta es “no estudies periodismo”. Estudiá otra cosa, estudiá una carrera que te ofrezca una formación en el campo sobre el que querés ejercer periodismo.
Yo estudié periodismo en una universidad privada. Viví cuatro años de fiesta. No me sirvió de mucho. Mi papá quería que estudiara una carrera seria. Fue una lucha horrible, pero noble. Al final se resignó: “Me parece bien, estudiá periodismo así vendés periódicos”. Me veía pasta de canillita. Tenía razón.