EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 11-05-2014
La pauta que los parió
Los Precios Cuidados y la Pauta Oficial
Los defensores a ultranza de los precios cuidados dicen que en los supermercados el precio de un producto sufre un promedio de un catorce porciento de recargo por el concepto de pauta publicitaria. Si esto es asÃ, todos nosotros pagamos la publicidad que consumimos como idiotas útiles de un sistema que nos explota. Ahora, la pregunta que se desprende de esto es la siguiente: ¿cuánto será el verdadero valor que se deberÃa prorratear si le sumamos la pauta oficial a cada producto de precios cuidados?
El gasto publicitario del estado es descomunal y discrecional. Además de no respetar de forma equitativa a los medios de comunicación, tal como queda plasmado en la Ley de medios, gasta mucho más de lo debido en ítems con la clara intención de posicionarlos políticamente. Es decir, que utilizan nuestro dinero, el dinero del estado, en beneficio propio, contratándo a sus amigos exorbitantes pautas publicitarias para artículos que de ninguna manera se pueden adquirir.
Por ejemplo: el abnegado locutor oficialista y acérrimo enemigo de Clarín, Víctor Hiuo Morales a cada rato hace mención a los Precios Cuidados en su programa de radio. Todos los que conocemos algo de radio sabemos que los chivos se pagan. Lo que ignoramos, en este caso, es el cómo y el cuánto, aunque positivamente sabemos que existen muchas ventanillas para cobrar esta verdadera “Bajada de línea” que disciplina a propios y a ajenos.
¿Podría ser que una vez en la vida, usted y yo, estimado OPINAUTA, pudiésemos comprar un producto sin asumir el costo de publicidad del mismo? Seguramente que a como marcha el mundo, no. Ahora ¿de aquí en adelante toda la vida deberemos pagar la publicidad oficial y la del producto de determinados artículos de empresas que hicieron una suerte de joint venture con el gobierno? Por lo que se ve, por lo menos todo este año y el que viene seguiremos siendo los giles que pagan doble. Recuérdelo, porque en 2015 hay que votar y los OPINAUTAS, como los Argentinos, solemos tener amnesia temporal