EDITORIAL | Autor: redacción | 21-05-2014
La seguridad es una ¿cuestión de enfoques?
PolÃticos abstenerse
Si a cada episodio de inseguridad debemos escuchar frases como las que se repiten en estos dÃas, "los victimarios son vÃctimas de la inequidad social", cuando se trata de hechos entre particulares, pero a su vez vemos como ponen el argumentario de la libertad individual cuando se trata de delitos que cometió el estado hace casi cuarenta años, o delitos de desidia y cohecho, como los de Cromañón, se desprende la siguiente pregunta: ¿no le estamos dando distintas categorÃas a las vÃctimas?
El modelo clásico de la comunicación, en el que el emisor manda un mensaje por un canal a un receptor, ha preponderado en la manera en que las organizaciones (sobre todo las grandes) vienen haciendo comunicación. Sin embargo, ¿ha servido este marco de referencia, profundamente mercantil en la mayoría de los casos, para fomentar el compromiso social con el desarrollo? Lejos de sumarnos a las causas de los países del Sur, parece que ha marcado más la brecha entre la imagen del Norte (como polo hegemónico) sobre el Sur (receptor pasivo de la ayuda) y, de paso, ha ayudado a mantener el statu quo de las relaciones internacionales.
Digamos que un ciudadano asesinado por un chorro, en ocasión de robo, fue menos vícitma que un ciudadano que se quemó vivo en Cromañón. De la misma manera, un peatón aplastado por un coche del año 70, sin seguro, es menos víctima que un desaparecido por el gobierno de la dictadura de los setenta y ochenta.
Así las cosas, los galenos a aplicar a cada situación son confusos. Argentina tiene una baja tasa de asesinatos en latinoamérica, todavía, pero lidera los índices de robos y violencia contra la propiedad privada. El argumento es que la década de los ochenta y noventa produjo tanta desigualdad social que hizo que los pobres salgan a ser chorros para paliar la situación. O sea, argumentos falaces con enfoques adecuados pueden ser el mensaje que masticamos a diario. Fumar tabaco está mal, armar porro y fumarlo es parte de la libertad individual del ciudadano.
"Que te caguen a palos en una escuela es parte de las relaciones interpersonales. Si le bajás los dientes a un alumno (aunque sea mayor de edad) te comés un sumario". Esta reflexión, que me la pasó un colega docente, junto con el inspector de la provincia en una reunión privada, consolida este asunto de los enfoques.
El tema es que cuando cambiemos el foco de lugar y las cosas oscuras salgan a la luz, el excremento social que generamos va a ser aún más desagradable. En todo caso, los espero en un par de años, para mirar juntos (si seguimos vivos) por dónde pasa el nuevo enfoque.