EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 01-06-2014
El abuso de las redes sociales
Entre la modelo demandante y las campañas de desprestigio
La Corte Suprema discute el caso de MarÃa Belén RodrÃguez, la modelo argentina que demandó a Google porque su imagen aparecÃa en sitios pornográficos. Por estos dÃas, enchastraron el Palacio Municipal con pintadas contra Vilma, a las que fotografiaron y subieron a Internet ¿Hay elementos comunes en estas acciones?
La protección de los datos personales y la remoción de información falsa y/o difamatoria se choca con el debate sobre la responsabilidad de los buscadores respecto a contenidos de terceros. Europa acaba de aprobar el “derecho al olvido” y muchos temen por una peligrosa “reescritura de la historia”. ¿Qué peligros conlleva una internet bloqueada y aún más confusa? La inclusión de la modelo en sitios pornográficos y las fotos y videos de Vilma en sitios de acceso público tienen algo en común: se dan sin el consentimiento del implicado.
Internet es una enorme base de datos porque nosotros también lo somos (*). Datos generados por nuestra cuenta (actualizaciones de estado, material bibliográfico, clicks que alimentan servicios personalizados) o por terceros (menciones, calificaciones, referencias). También información falsa o difamatoria. Internet convirtió nuestra actividad cotidiana en una enciclopedia viva y vertiginosa; una sociedad transparente y autoconsciente, disponible las 24 horas del día. Por eso es una actividad tan seductora el googleo o incluso el autogoogleo: es la posibilidad inédita de ver qué opina la comunidad; de acariciar el ego sabiendo qué ven los otros cuando tipean nuestro nombre. Hoy ese pasatiempo de buscar y buscarse ha devenido en episodios que no están legislados. Personal de Edesur limpió el Palacio de unas pintadas ¿Cómo pudieron, desconocidos anónimos perpetrar este ataque? Evidentemente que con el consentmiento de los que deben vigilar el lugar ¿Cómo pudieron los datos de la modelo terminar en el sitio porno?
El caso Rodríguez, sin embargo, es relevante porque es el primero de su tipo en llegar a la Corte Suprema. En ese contexto, el 21 y 29 de mayo últimos el máximo tribunal convocó a dos audiencias públicas para discutir la causa. Expusieron abogados y especialistas en telecomunicaciones más los representantes legales de ambas partes. Se espera que en las próximas semanas la Corte se expida sobre este caso que sentará precedente.
El caso de Vilma no pasa, aún, del cotilleo doméstico de nuestra ciudad, apenas repercutido en medios nacionales ¿Le están produciendo un daño futuro incalculable? Seguramente que sí ¿Quién es el máximo responsable de este agravio?
Lo que se discute es el rol de los buscadores respecto a los contenidos de terceros. “Ojalá sea el primer fallo que establezca un régimen de responsabilidad”, sostuvo uno de los letrados demandantes. Pero la “responsabilidad” de los intermediarios, alertan en la vereda opuesta, puede afectar la libertad de expresión, al justificar la censura previa y la remoción de ciertos resultados. Internet quedaría así atada a una retahíla de filtros privados y contenidos invisibilizados. Lo que se discute en nuestra ciudad, lamentablemente, son hechos de mucha mayor profundidad.
(*) Datos extarídos de Télam, autor Diego Sánchez