EDITORIAL | Autor: redacción | 16-10-2014
La jueza de la justicia rara
Servini de CubrÃa seguirá a cargo de la causa por la apropiación de Ignacio Guido Montoya Carlotto
La decisión fue adoptada la Cámara Federal porteña, que consideró "prematura" cualquier decisión referida al envÃo de la pesquisa al juzgado federal 1 de La Plata, que habÃa reclamado a Servini la inhibición en el caso, según la resolución firmada hoy.
María Romilda Servini de Cubría (n. 1937 en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires) es una jueza argentina a cargo del Juzgado Federal Nº1 de Capital Federal.
Nació en 1937 en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, Argentina, en una familia de clase media alta. Estudió derecho en la Universidad de Buenos Aires, donde conoció a Juan Tomás Cubría, en 1958.1 Un año después se casaron, tuvieron un hijo y él fue designado agregado militar en Río de Janeiro, donde la pareja vivió dos años.
Cuando volvieron al país, Servini de Cubría terminó sus estudios como escribana y ejerció esa labor durante el año 1966 en escribanías de la provincia de Buenos Aires.2 Cuando tuvo a su segundo hijo decidió terminar la carrera de derecho junto a su hermano quien también se había anotado.
Realizó la Carrera Judicial desde el cargo mas bajo hasta llegar a su primer cargo como funcionaria al ser nombrada Defensora Oficial. En ese cargo fue que tuvo su primera causa relevante ya que le tocó defender a la expresidente Isabel Perón quien había sido apresada y procesada por distintas causas criminales por la Junta Militar que en ese momento se hallaba en el poder.1 Luego de que Perón fue derrocada por la Dictadura, su marido, quien era capitán de la Fuerza Aérea, fue pasado a retiro por decisión del brigadier Ramón Agosti. Posteriormente fue nombrada juez de menores, y allí se habría encargado de varios casos de apropiación de niños siendo la primera en restituir a los menores a la familia de los desaparecidos.2
En la década de 1980 fue jueza subrogante en un juzgado de instrucción de mayores, allí actuó en los casos del clan Puccio y en varios motines carcelarios, donde se presentaba en persona al lugar.
El 19 de noviembre de 1990 asumió el cargo de juez nacional en lo criminal y correccional Nº 1 con competencia electoral, donde fue nombrada por el entonces presidente Carlos Menem.1 Tuvo a su cargo la causa denominada Yomagate, donde se acusaba a la cuñada del presidente Amira Yoma de lavar dinero proveniente del narcotráfico. Al respecto se le ha imputado el haber manejado políticamente la investigación de dicha causa cajoneando un pedido de la Justicia Española, mas específicamente del Juez Baltazar Garzón para que se encarcele y extradite a la por entonces cuñada del presidente de la Argentina.
En 1992 presentó un Amparo Judicial para que se censurase al cómico Tato Bores por una sátira que él realizaría en su programa humorístico. La Justicia Civil falló en su favor y la orden de no nombrarla se aplicó al conocido humorista. En respuesta, un coro de famosos (que incluía a Mariano Grondona, Alejandro Dolina, Susana Giménez, China Zorrilla, Magdalena Ruiz Guiñazú, Luis Alberto Spinetta, entre otros) le dedicó una canción que decía "la jueza Buruburubudía es lo más grande que hay".3
Con todo, incluso, a lo mejor, compromiso, esta señora será la encargada de seguir las pistas judiciales de Guido. Una buena parte de la sociedad no está tranquila con ello.