EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 15-12-2014
La gente me pide que siga
Licenciado, no se llame a silencio
La gente es un conjunto de personas, o sea un grupo o clase social en que se divide la sociedad: hay gente fina; gente de dinero; gente de mal vivir. Cuando muchos de nosotros, en el afán de sentir que influimos más sobre los demás que los demás sobre nosotros, o sea, que tenemos poder, decimos que la gente nos pide cosas en general mentimos, reducimos un caso particular a una verdad universal y allà comienza la absurda caracterÃstica de nosotros, los argentinos: pensamos que la mirada del otro es determinante.
Como escribió Mario Benedetti: "Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios. "
El problema de Mario, como el mío, es que la infinidad de la masa gente nunca se entera que se alguien se expresó en nombre de ella, de forma de transformar su dicho en algo de validez universal. La gente me pide que siga escribiendo, que no deje de hacer mi columna editorial ¿Hasta qué punto es cierto?
El gobernador Martín Buzzi consideró este sábado en Comodoro Rivadavia, acerca del sistema de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y en vísperas del Congreso del PJ que se desarrollará mañana en Lago Puelo, que la aprobada por la Legislatura Provincial “es una ley esencialmente buena porque permite que entre aire fresco, que haya libertad, participación y que las decisiones las tome la gente, que pone y saca sus candidatos” Entonces la gente es sabia.
La presidente solía tomarse de lo que la gente le decía, según ella, en sus encendidos discursos como legisladora, antes, o jefa del ejecutivo, ahora ¿qué puede decirle la gente a una persona como ella?
Entonces, en resumen, queda la duda de la gente, en tanto masa, como valor de verdad, para determinar qué cosa es lícita y cuál no. El Indio Solari, cuando celebra la misa ricotera con doscientas mil personas y dice que todo preso es político habla con la gente. Sin embargo, como persona individual, está expuesta a que una o varias personas, gente mala, pueda vulnerar su estado de seguridad o bienestar, sin que la ley actúe eficientemente. Entonces, la gente, una vez más se equivoca.
Sobre el final de la columna, subsisten las mismas dudas que al principio. La gente me pide que siga, y no sé si es lo correcto. O la gente me pide que me vaya, que ya no escriba más, y tampoco lo es. Mi yo interior se pelea con mi otra parte, en un tribunal imaginario en el que me juzgan. Alguien deberá juzgar qué tan bien o mal sale lo que hago. Sun duda que la gente, o con todas las dudas, la gente.