EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 01-01-2015
Argentinos a las cosas
Pendientes en 2015
Nunca antes tan vigente el pensamiento de Ortega y Gasset como hoy, el primer dÃa de 2015. Ortega conoció a la Argentina en época de crisis. Su mandato "¡argentinos, a las cosas!" surgió de una relación Ãntima con el paÃs, incluidas sus mujeres, y de una añoranza de "vida criolla". Si miramos alrededor veremos un paÃs que tuvo un alto ingreso vÃa impuestos, y retenciones al campo. ¿Cómo es el estado de situación, y que se puede hacer para mejorar? La corrupción, el gasto excesivo en la gestión y las elecciones PASO y presidenciales como meridiano de un año que ya pinta desconcertante.
Para el pensador español, ese mandato suponía un diagnóstico que aún tiene vigencia: el fondo de descontento y tristeza de los argentinos, su sensación de ambiciones frustradas por anticipado, la búsqueda de modelos antes que de soluciones propias, les impedía usar a fondo su excepcional capacidad.
Sin ser un iluso optimista, ni el más negro de los pesimistas, argentina necesita ponerse a trabajar, en serio. Este año que acaba de empezar será complejo y movilizador: los argentinos decidiremos en las urnas entre cambios y continuidades respecto de un ciclo político de doce años, mientras el mundo deberá lidiar con la herencia de un 2014 pleno de interrogantes abiertos.
Ya es casi un lugar común decir que el mundo está cambiando mucho y cada vez más rápido. También se escucha mucho que estamos en un momento de la historia en que podemos influir de manera decisiva en cómo será el futuro. Y decimos que el uso que les demos a todos los avances tecnológicos puede llevarnos a resolver los grandes problemas del mundo o, por el contrario, puede profundizarlos.
Durante 2015 probablemente no se defina cuál de estos dos escenarios futuros será el que vivamos en las próximas décadas, pero a mí me gusta buscar pequeños indicios que me permitan imaginar un futuro con más equidad, menos violencia, más realización personal y social. Busco pequeñas señales de que vamos en una dirección que me gustaría transitar. Si de pensamientos positivos se trata (enfocarse y que las cosas salgan) que cada uno de nosotros sea un verdadero profesional en lo que hace, con baja tolerancia al descontrol y proactivo. Cortar con las adicciones, de todo tipo, y los subsidios indiscriminados es el objetivo de base, si queremos una sociedad más justa.
La educación, la salud, la seguridad y la justicia. Casualidad o no, son los mismos problemas que en la década del noventa, aunque más agravados. Políticos improvisados y con pensamientos de muy corto plazo nos vienen condicionando desde 1983, a esta parte. Si todos ponemos un poco, tal vez, y sólo tal vez, podamos vislumbrar una mejoría sobre finales de este año. Y que así sea ¡Nuevamente salud. Feliz 2015, para todos!