EDITORIAL | Autor: Redacción | 28-02-2015
Fantômas y Arsenio Lupin están entre nosotros
La ficción, otra vez superada, por la realidad
La ficción, otra vez superada, por la realidad. Con Nisman bien muerto, la presidente sin Causa y la casa en orden, nos preparamos a atravesar los últimos (¿últimos?) meses de una transición democrática hacia otro estilo de gobierno, tal vez sin asesinos ni ladrones, que intenten poner en orden este auténtico desequilibrio de doce años de sinsentidos. Como Fantômás, el sádico asesino, y Arsenio Lupin, el simpático ladrón de las historietas, uno a uno se van a ir retirando de la tapa de los diarios los siniestros personajes que (Como Corach y Cohan en los noventa) nos acompañaban a diario en el culebrón de la mañana.
Uno de los más populares personajes en la historia del crimen francés, Fantômas fue creado en 1911 y apareció en un total de 32 volúmenes escritos por los dos escritores, además de otras 11 obras de Marcel Allain, tras la muerte de Souvestre. Fantômas ha sido el tema de varias adaptaciones al cine, televisión e historieta. Su importancia en la historia del crimen y la ficción no puede ser subestimada, pues representa la transición entre los villanos de la novela gótica y los asesinos en serie modernos.
Fantômas fue presentado unos años después que Arsenio Lupin, otro famoso ladrón. Pero mientras Lupin dibujaba la línea del asesinato, Fantômas no mostraba piedad y era mostrado como un sociópata que disfrutaba matando de una forma sádica.
Es totalmente despiadado, y no es leal a nadie, ni siquiera a sus propios hijos. Fantômas es un maestro del disfraz que aparece siempre bajo una falsa identidad, a menudo la de una persona que él mismo ha asesinado. Además hacía uso de increíbles y extravagantes técnicas en sus crímenes, como ratas infectadas de peste, serpientes gigantes y cuartos que se llenaban de arena. A Fantômas le faltó el asesinato de la torre Le Parc, para hacer cartón lleno. A Arsenio Lupín le faltó llevarse una emisión enetera de billetes mellizos de la fábrica de moneda de su país. Pero Marcel Allain (1885-1970), el escritor de tales fantasías, hace 45 años que dejó este mundo, y es muy poco probable que alguien recoja el guante para narrar con tan fina pluma, las desventuras de un corrupto país al sur del mundo, en el rincón deonde habitan los seres mas "ladris" del planeta.