EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 02-03-2015
Como Nisman, pero al revés
Siguiendo con las palabras de la versátil presidente de la Nación, me hago la siguiente pregunta: ¿a qué Cristina le creo, a la que dijo "que bueno es tener un vicepresidente (16-12-2011) o a la que lo omitió silenciosamente en el discurso de ayer (01-03-2015), mientras lo mandaba a hacer los mandados al paÃs de al lado? Obviamente que ninguno de nosotros los mortales, incluyéndola a ella, resistimos un archivo. Pero ocurre que, por lo general, si tenemos un delincuente cerca, no lo apoyamos tapando sus macanas, es decir, los argentinos, en su gran mayorÃa, no somos cómplices.
"No saben lo lindo que es tener vicepresidente, estoy tan contenta" (16-12-2011)...En Mendoza, la provincia de Julio Cobos, Cristina reivindicó al vino argentino y dijo que el país se encuentra en el noveno lugar como exportador en materia vitivinícola. Pero no dijo nada sobre el discurso de Moyano.
Por cierto, en aquella fecha también dijo sobre el 54 % recientemente obtenido en las elecciones, que “no me apoyaron a mí, apoyaron a este modelo para defender los derechos de los trabajadores y del empresariado”.
Ayer, claro está, el discurso fue otro. Acerca de lo político, es decir, el comentario que tiene la particularidad de no comprometer al sujeto que lo profiere en una acción que le sería consecutiva, hizo gala de su cintura y verborragia. Se las ingenió para marginar a Boudou y puso cara de "tengo poker de ases pero que nadie se entere".
No obstante, puede ser revelador de la opinión del comentarista sin que pueda saberse con exactitud cuál es su grado de compromiso con la realidad. En esto, y como se la definiera en su momento, la presidente tiene grandes dotes actorales. Salud, Señora Presidente, celebremos la democarcia en la Asamblea Legislativa, respetemos los poderes y que la Justicia se pronuncie en tiempo y forma. Amén.