EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 16-04-2015
Estridente sonó
Arruinado y perdiendo credibilidad
No es que en OPI22 nos hayamos vuelto chicos "K", pero lo otro es demasiado. En su afán por dañar al Gobierno, el diario ClarÃn decidió dejar en el camino procedimientos y manuales de periodismo, para terminar de arruinar definitivamente un producto que le habÃa dado buenos resultados al Grupo mediático conducido por Héctor Magnetto y cuya cabeza visible asociada es la Sra. de Noble.
Es el final. El diario Clarín que todos conocimos, ese que nuestros padres compraban los domingos para que lo leyera toda la familia, no existe más. La acumulación de torpezas y el descontrol editorial de los últimos tiempos han colocado al otrora Gran Diario Argentino en el lugar más inadecuado del periodismo regional, junto a otros instrumentos de difamación, como la revista brasileña Veja, utilizados por los grupos de especulación financiera que operan en los distintos países de América Latina, dedicados a desestabilizar a los gobiernos que reciben la denominación de "populistas".
La acumulación de torpezas y el descontrol editorial de los últimos tiempos han colocado al otrora Gran Diario Argentino en el lugar más inadecuado del periodismo regional.
Temiendo quedarse con las manos vacías una vez agotada la utilización de la otra gran operación mediática de esta década, la denuncia del ex fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el canciller Héctor Timerman, el Grupo Clarín decidió ir con esto.
Respecto de lo que viene, habrá que seguir con atención los movimientos editoriales del Grupo durante la campaña electoral nacional que tenemos en ciernes, porque los antecedentes indican que lejos de corregir el rumbo puede entrar en una dinámica autodestructiva tan acelerada, que lo deje en una situación de debilidad extrema frente al próximo gobierno, situación inédita en la historia democrática de nuestro país.
Si yo fuera Scioli, por ejemplo, me daría miedo ser apoyado por "El Gran Diario Argentino". Macri y Massa, de última, miden menos y están asociados a otra cosa. Como sea, si de finales se trata, el papel desperdiciado en tanto descontrol no va a ser bueno ni para iniciar el incendio de sus principios editoriales y empresarios, vulnerados, adulterados y hechos papel, papel prensa, con perdón de la palabra.