EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 16-06-2015
¿Qué pretenden?
El puerto y la inequidad social
Las suspensiones en el registro de exportadores debido a supuestos incumplimientos fiscales, según dicen los empresaarios, ponen en riesgo a la pesca ¿Y si en lugar de quejarse comienzan a pagar los impuestos y registran a sus trabajadores?
La pesca de Mar del Plata tiene menos del 20 % de sus empleados registrados. Los demás están en negro o en "gris", es decir, blanqueados por una parte de su verdadera actividad y sueldo percibido. De los 30.000 obreros, menos de 5000 están legalizados como se debe. Así y todo, los empreserios dicen que la AFIP los persigue y pone en riesgo la continuidad de su actividad.
OPI22 accedió a números escalofriantes. Mientras los empresarios compran coches de alta gama, viajan al exterios y son socios de los clubes de náutica de Mar del Plata, los obreros no llegan a fin de mes, no tienen ropa de trabajo adecuada, no tienen elementos de seguridad ni baños en cantidad suficiente para todos, en las precarias plantas pesqueras, en su gran mayoría. Este modelo decadente se debe una revisión.
mientras, los empresarios dicen que "la suspensión sin comunicación previa solo ocasiona daño a las empresas y resiente toda la actividad, en una forma que los funcionarios, por no conocer la dinámica de la actividad, no saben. Pero además, sabiendo que el sector pesquero ingresa divisas al país por más de 1.500.000.000 dólares por año, debería ser misión de la Afip el proteger la actividad del sector y tratar de estimularla por todos los medios”, se remarca en el documento rubricado por Fernando Rivera, presidente de la Cámara de la Industria Pesquera Argentina".
También afirman que “la Afip no ha dictado ninguna norma para fomentar el comercio exterior o para facilitar el control, liquidación y pago de impuestos y cargas sociales y todas las que ha dictado en los últimos años, solo han logrado complicar la actividad de las empresas exportadoras”.
La Biblia y el Calefon. Ahora van al Concejo Deliberante esperando magia por parte del cuerpo deliberativo. Un poco de cordura, sería lo más adecuado en este año tan atravesado por la política y las elecciones, pero todos sabemos que la suerte, en este sentido también, ya está echada.