EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 01-07-2015
Julio se los prepara y Agosto se los lleva
Ojo polÃticos vetustos
Comenzó Julio, el mes previo a las PASO. Algunos polÃticos, sobre todos los más vetustos, deberÃan tener mucho cuidado porque la parca anda cerca. El origen de ese dicho se explica porque en el hemisferio sur, o sea el nuestro, el mes de julio es el más frÃo. Y los viejitos ya débiles o enfermos por otras causas no tienen mucha resistencia para enfrentar la gran cantidad de enfermedades que se propagan en el invierno. Entonces se cree que en julio se comienza con una enfermedad y finalmente en agosto viene el desenlace y el viejo se muere. Cualquiera puede hacer números y comprobar que el dicho tiene cierta correspondencia con la realidad. Lo que sucede últimamente, es que la realidad no tiene correspondencia con nada, entonces, Nacha Guevara de por medio ¿quién es viejo y quién joven en el tapete de esta vida?
Entre tanta gente buena que se muere antes de tiempo, solemos contabilizar en forma negativa a los que viven demasiado. Nunca se vive demasiado, tal vez, pero la historia argentina nos demuestra claramente que unos cuantos nos podrían haber ahorrado sufrimiento si hubiesen abandonado este plano existencial antes. Videla, Massera, Yabrán, Don Carlos I de La Rioja y otros tantos marmotas que tuvieron poder, hicieron demasiadas "hijaputeses" en el tiempo de vida que Dios les dio. Así las cosas, en las próximas PASO es posible que ganen aquellos que por ética y por piedad para el pueblo no deberían hacerlo. A menos que "La Parca", esa señora cruel y amarreta que suele llevarse a la persona equivocada antes de tiempo, esta vez se dignara a darnos una mano.
En todo caso, el problema parece ser que en caso de que actuara con efectividad, el reemplazo que ocupara su lugar, digo de aquel político caído en desgracia, fuese lo suficientemente digno de su cargo como para no reprochar demasiado la mala suerte que tuvo el primero.
Confución de por medio, quisiera aclarar que no le deseo la muerte a nadie. Al fin y al cabo, como decía mi abuela Amalia, que de vivir hoy en día tendría 114 años, casi una década más que lo que duraba un Magiclik, "maldiciones de un burro no llegan al cielo". Así, lo que yo quisiera interceder ante La Parca, por mis no tan queridos políticos, de seguro no será escuchado.
En fin, que vivan lo que tienen que vivir, pero que no jodan tanto, y nos dejen vivir en paz a nosotros, mientras Julio no nos prepare, para que nos lleve Agosto.