EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 05-11-2015
No al ALCA ¿Sí a qué?
10 años después
Ya hace diez años. El 4 y 5 de noviembre de 2005, la negativa de los presidentes Néstor Kirchner (Argentina), Lula da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay) y Tabaré Vázquez (Uruguay) al Área de Libre Comercio de las Américas, impulsada por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata, conocida como "No al ALCA", marcó un hito histórico en la región. Luego, el cotillón. Un tren blanco con Maradona, Evo Morales y otros personajes, un discurso de Chávez en el Estadio Mundialista y destrozos sin sentido en el centro de la ciudad. Todo para nada, diez años depués, estamos igual que antes, pero peor, porque nos limaron las esperanzas.
La Argentina y el Brasil son dos países con grandes ventajas económicas en el agro, que esta vez se unieron para negociar con el Norte las condiciones para que aquella región del planeta bajara los subsidios al campo y de esta manera compensar el pedido de eliminación de los aranceles industriales en el Sur.
En la negociación, Estados Unidos jamás accedió a bajar los subsidios al campo norteamericano, razón por la cual el Mercosur tampoco aceptó reducir los aranceles a las manufacturas. La línea que guió los pasos de los negociadores argentinos ante los norteamericanos fue: "Si abrimos la frontera a los productos industriales y ustedes no hacen lo mismo con el campo en el Norte, nos quedamos sin nada".
El jefe de la Casa Blanca se retiró de Mar del Plata sin haber podido lograr la creación del ALCA y tampoco consiguió que el documento de la IV Cumbre dejara abierta la posibilidad de que se constituyera en la siguiente asamblea, que tuvo lugar en Trinidad y Tobago, en 2009, donde la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reafirmó la posición y el nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama no volvió a pedir por el ALCA.
La enseñanza que dejó en la región el rechazo a la creación del ALCA facilitó la constitución de la Unión Suramericana del Sur (Unasur), la entidad política que defendió la estabilidad democrática de Ecuador y el respeto a la voluntad de los pueblos, además de negociar la solución pacífica al conflicto entre Venezuela y Colombia.
Mar del Plata sirvió también para que los países de la región comprendieran que los problemas de esta área del mundo podía solucionar los diferendos sin recurrir a la intervención de líderes de otros continentes.
En febrero de 2005 la Argentina salió de la cesación de pagos de la deuda externa con el cierre exitoso del primer canje de bonos, en octubre Cristina ganó las elecciones como senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, en noviembre rechazó el ALCA y en diciembre Néstor decidió cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo que imponía las recetas económicas de la doctrina liberal que llevaron al país a la peor crisis de la historia.
Sin estas decisiones, muy poco o nada de lo que se avanzó en la reindustrialización, en la creación de trabajo, en la distribución de la riqueza y en la solidaridad social hubiera sido posible.