EDITORIAL | Autor: redacción | 05-12-2015
El tren de la corrupción
La década birlada
El término birlar, según la Real Academia española, es hurtar algo sin intimidación y con disimulo, aplica a la década ganada, porque muchos argentinos no se han dado cuenta del desfalco que el gobierno saliente deja a la Argentina.
Con los aplaudidores de siempre Cristina, la presidente, sigue inaugurando “obras” y haciendo el racconto de la década ganada.
Sincerar los números ya es la tarea del gobierno de Macri, y sin el relato, una masa votante y militante se siente atacada y por qué no, birlada.
Frases como “venimos para que nos den”, actos militantes con banderas y cánticos, figuras del ambiente artístico, científico y cultural tal séquito cortesano se desdibujan en el actual escenario. Basta de piquetes y cortes, no más franelitas y ocupas, una sociedad sin tomas y aprietes se ilusiona con una nueva etapa política en Argentina.
Se trata de la clase media, la gente común y corriente que trabaja dentro de una estructura laboral, que cobra su sueldo a fin de mes, administra su dinero, intenta ahorrar y proyectar a futuro. No quieren dádivas ni privilegios, solo trabajar en un país con orden, reglas claras y equitativas para todos.
Entre pobreza, inseguridad e inflación piden justicia, real y fehaciente, basta de corrupción entre los funcionarios públicos, transparencia y eficiencia en la gestión de gobierno y sobre todas las cosas, que los delincuentes, tanto los de arma en mano como los de guantes blancos, vayan presos.
No es mucho pedir… está todo en la Constitución Nacional, contemplado en las leyes argentinas… vale la pena intentar.
Para evaluar los resultados, los organismos de control tendrán que ser independientes del gobierno. Los argentinos vivimos en democracia y nos expresamos en las urnas. A trabajar por cuatro años.