EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 07-05-2013
Yo no estaba
Ramón, Cristina y Pulti se parecen en algo.
Donde dije digo digo diego. Este es un dicho muy popular, que se puede escuchar en cualquier pequeño bar de Madrid. Alguien dice tal cosa (mentira), y al cabo de un tiempo cuando ya se descubre la verdad y no puede sostener la mentira por más tiempo, cambia su opinión ligeramente y argumenta que es lo que dijo desde el principio.
Ramón Díaz sabe de estas cosas. “Yo no”… dijo el otro domingo en la bombonera. Yo no me fui a la B. Se fueron los que son de River. O sea, nosotros, todos los que somos de River menos yo, que soy de River pero no me fui a la B.
Yo no voy a devaluar, dice Cristina mientras devalúa un dólar a más de 10 $ (el único, el que se puede comprar) y explica que “los que quieren devaluación que esperen a otro gobierno” o sea al de Cristina K, a menos que tenga pensado renunciar en las próximas 48 horas.
Si el mismísimo San Pedro, que por aquellos días no era Santo aún, negó a Jesús tres veces y su descendiente Francisco es argentino, podemos decir que negar lo verdadero podría ser una santa costumbre argentina.- No es lo que parece-, le dice el marido que llega con rouge en el cuello de la camisa.
El cuento original del “donde digo digo digo diego”…remite a la época en que no existían correctores ortográficos ni procesadores de texto. Hoy no tendría sentido. Como no tienen sentido las declaraciones de Ramón desdiciéndose, o de Cristina.
En el ámbito local esto es más o menos, igual. Tres cuartos de lo mismo. Nuestra dependencia económica es casi total del gobierno nacional. La comuna está al borde del funcionamiento, paga sueldos con fondos afectados y el déficit crece mensualmente. La caída de la recaudación aumenta y es alarmante. Pero Pulti no la admite, vale decir “nos mete el perro”, justo el día en que nos enteramos d que unos 13.000 perritos transitan libremente la ciudad, sin control.
Si esto explota. Si alguien quiere poner en la parrilla a Ramón, a Cristina, a Pulti, o a quien sea recuerden que yo no estaba. Al fin y al cabo, no es lo que parece. Venga otra vuelta para todos los parroquianos que paga José Luis... si lo encuentran.