EDITORIAL | Autor: redacción | 03-03-2016
Estar a la altura
Sólo se trata de gestionar
Mar del Plata no es una colección de fasciculos de la de segunda guerra mundial, como los que gusta leer Carlos Fernando, ni libros de Harry Potter, como los que le pudieron haber leÃdo al pequeño Guillermo. Nuestra ciudad es una interacción compleja de personas y situaciones que no pueden ser tratadas y des tratadas a la ligera. La cosa viene a cuento de las "macanas" de Guzmán o la groserÃas y maltratos de la "Dolores Ubridge" del staff municipal ¿Quiere leer un lindo cuento corto? acompáñeme un rato.
Dolores Jane Umbridge era una mujer de baja estatura y cuerpo rechoncho, generalmente descrita como semejante a un gran sapo, con ojos saltones y cabello corto de color café. Siempre llevaba ropa de color feo y exagerados anillos en los dedos. De carácter altivo y arrogante, tiende a interrumpir a la gente cuando habla y a cortarles con un sonoro y particular carraspeo. Su voz es exageradamente molesta. Aparentemente le tiene un odio exagerado y alcahuetes "de carrera" que la tienen informada. Siente antipatía hacia los subalternos. Estas particularidades provocan el odio de Harry y sus compañeros del Ejército de Dumbledore. Si cambiamos a Harry del cuento y ponemos, por ejemplo, a los empleados municipales de la Secretarìa de Educación, el pàrrafo podría se aplicado con igual valor de verdad.
La realidad suele ser menos prosaica que las novelas. De modo que los finales, no suelen ser ni tan bellos ni tan épicos. La realidad, simplemente, es que un día este gobierno mediocre, como lo hubiera calificado el mismísimo Russak de los ochenta (no el mamarracho que lo sobrevivió), va a pasar y el reuerdo que nos va a quedar, " a no dudarlo", es el de cuatro años perdido, retorceso en logros sociales y culturales y un inmenso sabor a estafa en la boca, que tiene gusto agrio, por cierto.