EDITORIAL | Autor: redacción | 03-05-2016
Anti democrático
Corrupción en el poder
En América Latina, existe una cada vez más creciente tendencia de algunos jefes de estado, por defenderse atacando. Es el caso de Venezuela, Ecuador, Bolivia y la Argentina de los K, donde se han aventado acciones de “golpismo” cada vez que desde los espacios de oposición (político o social) se jaquea al poder y se los coloca en una posición incómoda, ya sea ante la opinión pública por casos de corrupción, autoritarismo o manipulación. En el gobierno de Arroyo, salvando las distancias, pues nunca será un estadista, existen allegados que dicen que hay intenciones golpistas detrás de los pedidos de gestión y transparencia en los actos de gobierno.
Esta invención de los populistas de ver golpistas por todos lados tiene una génesis por propio defecto, en lo que son y de dónde salieron. En el caso de Venezuela, por ejemplo, el más paradigmático, Chávez un militar de derecha reconvertido, vio en el poder las chances de su vida y los “golpes” fueron su comidilla diaria. El kirchnerismo, por su parte, usó siempre el “golpe” para desbancar a los que no les gustó y poner a su antojo a quien quiso. Arroyo fue colaborador del proceso, le guste o no, y tiene su génesis en los gobiernos de facto. Cuando ganó las PASO sostuvo que ese era "el día D" y habló de tomar Mar del Plata como "cabecera de playa" y derrotar a sus "enemigos".
Los colaboradores más cercanos de Arroyo son tipos que conviven con el pensamiento anti - democrático. Para ellos toda oposición debe ser combatida hasta la "aniquilación" y no se repara en métodos ni en formas. La sesión del viernes que viene, en la Comisión de Educación, será vital para la vida institucional de nuestra ciudad. La Sra. Secretaria de Educación, Ana María Crovetto, se juega su suerte como funcionaria, la de la esposa de Arroyo como subsecretaria y, tal vez, la de Arroyo como intendente. Depende de la participación de todos los marplatenses de bien que queremos la educación como baluarte y aspiramos a una ciudad con gobernantes honestos, eficientes y democráticos, por sobre todas las cosas. Sin democracia, no hay camino posible. Con personajes como Crovetto en Educación, tampoco.