EDITORIAL | Autor: redacción | 19-05-2016
Un hito
Acceso a la información pública
Ayer, a la sombra de la lucha por la ley anti despidos, se produjo un hito en el congreso. Fue aprobada la Ley de Acceso a la Información Pública. Esta ley llegará a promover la participación ciudadana, la transparencia y el acceso a la información pública para fortalecer las instituciones de la democracia a través de la acción colectiva. A los hombres de bien que nos involucramos en la vida institucional, nos mueve la visión de una red de personas e instituciones comprometidas con los asuntos públicos a escala local, nacional e internacional en pos de sociedades democráticas e inclusivas. A los mezquinos, que los conocemos y los tenemos bien monitoreados, se les achica el margen de acción. Y OPI22 va por más, de la mano de la ley.
¿Se imaginan el futuro inmediato, con la sanción de esta ley de acceso a la información pública? Podremos saber, por ejemplo, lo que gana un funcionario local, tal vez vecino del consorcio en el que vivimos, su preparación para el cargo, si idoneidad. En definitiva, por ejemplo, podría darse el hecho de descubrir que una persona, por ser sobrina de un político amigo de un amigo, se lleve al bolsillo un sueldo cinco o seis veces superior a lo que cobraría en la gestión privada, solo por pertenecer, a expensas de otros preparados para la función, que lo observarían en silencio. Claro que esto es solo una hipótesis y un grano de arena.
De a poco, los vientos de cambio se van a posicionar en la dirección adecuada. Los planetas se alinearán en el resultado del proceso de los datos, o sea, en la información, fluido escencial para que funcionen las sociedades. El acceso será libre a ella, nos acercaremos más a la libertad absoluta, utópica, pero tecnológicamente posible.