EDITORIAL | Autor: redacción | 20-06-2016
Todo menos, pero sigue flameando
Nunca menos, pero se robaron todo
Se extrañan las canciones con épica de 6-7-8. La corruptela K era, cuanto menos, simpática. Ahora vivimos en un paÃs un tanto más aburrido. Macri tiene rictus, Vidal sufre los desamores y Arroyo un sÃndrome de senilidad precoz. Como sea, el paÃs se encamina a parecerse a un territorio o nación polÃticamente independiente que posee un gobierno propio junto con un conjunto de leyes, administración, población y fuerzas de seguridad; pero no necesariamente sus gobernantes parecen estar a las alturas de las circunstancias. Repudiar la década anterior, llena de ladrones e inmorales en la función pública, de ninguna manera es un cheque en blanco para estos gobernantes. Para que lo sepan, de una buena vez, el hilo se acorta y el carretel no puede girar en falso.
Este gobierno, en nombre de acomodar el orden arrasado por los corruptos de la década anterior, está cometiendo muchos errores estratégicos imperdonables con los sectores más vulnerables, con la clase media, con los profesionales independientes y con las PyMEs. No podemos pensar la sociedad en términos de ganadores-perdedores (los que gobiernan mandan y los demás deben agachar la cabeza, como sucede en Mar del Plata, por ejemplo) ni en términos clasistas como en en la época de Menem, donde surgió el concepto de Barrio Cerrado para aislarse del pobrerío (Nordelta como emblema), El país, inclusivo, es una misión de todos, bajo una misma bandera, la que casualmente, debemos de honrar más que nunca hoy.
El vocablo país adoptada por el castellano deriva del francés “pays” pronunciado /pei/ y que posee el mismo significado. Un país es aquel territorio o nación políticamente independiente que posee un gobierno propio junto con un conjunto de leyes, administración, población y fuerzas de seguridad; es decir es aquella área geográfica constituido por un determinado número de personas y ciertos recursos naturales, y que se caracteriza muchas veces por sus elementos políticos, sociales y culturales, que los diferencian de otros.
Tal vez sea el legado de Belgrano, que aportó a nuestro país mucho más que un fin de semana largo.