EDITORIAL | Autor: redacción | 10-07-2016
El Hombre Recto y el Viejo Garca
Asà se vivió
Un histórico desfile por la Avenida Luro marcó el punto central de los festejos por el bicentenario de la independencia en Mar del Plata. Como hace mucho tiempo, la gente querÃa ver pasar a los soldados, a los bomberos, a los excombatientes de Malvinas y a las autoridades. El paso de Arroyo en una camioneta del ejército, saludando con cortesÃa a los vecinos, marcó lo frÃo y distante que está el hombre de la gente. Pocos aplaudÃan, algunos silbaron (pero rápidamente fueron ignorados). La máxima autoridad local, como metáfora de nuestros tiempos, pasó por Luro sin pena ni gloria.
Apostados desde la conocida esquina del Café Martínez, de Luro, vimos pasar a Arroyo en la camioneta del ejército, saludando al pueblo, por el bicentanario. Linda oportunidad para ver desplazarse a los uniformafos, en traje de gala, o de combate, a los bomberos y a los ex-combatientes de Malvinas (uno de ellos en silla de ruedas conmovió). Una señora que estaba detrás nuestro acotó "es un hombre recto (en referencia a Arroyo), intachable". Un señor más jóven, un tanto calvo y con algún kilo de más le contestó "es un viejo garca señora, yo lo conozco bien, soy municipal hace 25 años y nunca ningún intendente nos garcó tanto".
La discusión (o intercambio de frases en nivel de voz normal, pues no había bullicio ni algarabía, se prolongó con argumentos comunes que todos los marplatenses ya conocemos. El paso del escuadrón de bomberos y el aplauso cerrado de todos lados dio por terminado el improvisado debate. La señora setentona, apostada en una mesa exterior del Café Martínez, encendió otro cigarrillo extra largo y fino y siguió mirando el desfile. El vecino más gordito, le dió un beso a una chica jóven, tal vez su hija, y le dijo " me voy a jugar al ténis". La hija le contestó "me quedo a ver lo que pasa" y allí se cerró la escena.