EDITORIAL | Autor: redacción | 04-11-2016
El último que apague la luz
Los funcionarios que se van
Hace poco tiempo, el Coordinador Cinto, más porteño que la calle Florida, se iba corriendo desde la ciudad, a la que nunca entendió y en la que nunca pudo hacer nada, después de un llamado con su verdadero jefe, RodrÃguez Larreta, y el famoso "venite". Su cargo quedó acéfalo, como gran parte de sus malogrados objetivos y los del gabinete de Arroyo. En estos dÃas se fue Unzué, a la sazón, Subsecretario de TecnologÃa. Ahora se va Miguel Angel Capilla, Director en Laguna de Los Padres ¿Alguien lleva un verdadero registro de la cantidad de errores y renuncias que produjo Arroyo en menos de un año de gestión?
Unzué se fue de un cargo al que entró con las manos atadas, en el que nunca pudo hacer nada y del cual lo echaron. Un triste resumen para el área tal vez con más futuro de toda la municipalidad. La economía del conocimiento, que va de la mano de la tecnología, es el faro al que todas las empresas le van a poner proa, le guste o no a Arroyo, o a cualquiera de nosotros. Nuevos modelos de contratos laborales, la democratización de los ingresos y el conocimiento, están en marcha. Las generaciones jóvenes le dan una lección a los "viejos fracasados de siempre", ocupen el lugar que ocupen, incluso el de intendente.
Lo que resta esperar es que se cumpla lo que dijo algón otro coimero viejo y fracasado periodista en su blog: "Arroyo se va echado antes de diciembre", cuando antes había escritos que "estaba todo dado para que Arroyo deje de ser intendente en Marzo de 2017". La verdad, la realidad absoluta, es que Mar del Plata hoy atrasa, los viejos fracasados ocupan medios, cargos públicos y lobbys y el que no se va corriendo con una valija llena de dólares, después de mentir por radio, vive de la limosna que algún ex intendente le tira en una oscura mesa de café, o curra en un cargo para el que no tiene preparación. La ciudad cada día aguanta menos y ellos siguen haciendo pavadas mientras tiran de la cuerda. Ah, por favor, el último que se vaya que apague la luz.